MENSAJE ESPIRITUAL SOBRE “JESÚS EL CRISTO”

VIDA Y OBRA DE CRISTO

VENGO A ENSEÑAROS LA VERDADERA VIDA, LA QUE NUNCA HA ESTADO BASADA EN EL MATERIALISMO. Por eso volverán a levantarse en contra de mi doctrina los señores de la tierra, esgrimiendo sus mejores armas, empleando toda su fuerza, buscando testimonios en contra de esta revelación. Más en verdad os digo: ESTA LUZ QUE HA SURGIDO EN ESTE TIEMPO, NO HABRÁ PODER HUMANO QUE LA EXTINGA, COMO EN AQUEL TIEMPO NO PUDIERON LOS HOMBRES CALLAR LA VOZ DE CRISTO, NI CON EL SACRIFICIO DEL GÓLGOTA.

El mundo volverá a juzgarme, esta humanidad volverá a poner la cruz sobre mis hombros; más ya sé que deberá pasar mi doctrina por sobre todas las ingratitudes, para que sea reconocida y amada. SÉ QUE MIS MÁS TENACES PERSEGUIDORES, SERÁN DESPUÉS MIS MÁS FIELES Y ABNEGADOS SEMBRADORES, PORQUE PRUEBAS MUY GRANDES LES DARÉ DE MI VERDAD.

Nicodemo, aquel que busco a Jesús para conversar con el sobre temas de elevada sabiduría, surgirá nuevamente, para analizar serenamente mi obra y convertirse a ella. Saulo, llamado después Pablo, el que después de seguirme con saña, se convirtió en uno de mis más grandes apóstoles, aparecerá nuevamente en mi camino y de todas partes surgirán nuevos discípulos, fervientes unos, abnegados otros, la presente es de gran trascendencia.

Jesús vivió su niñez y juventud al lado de María, y gozo de su amor maternal. La ternura divina hecha mujer, endulzó al salvador los primeros años de su vida en el mundo, ya que llegaba la hora, había de beber tanta amargura.

La niñez de Jesús pasó pronto; puedo deciros que la vía dolorosa comenzó desde antes de su nacimiento y se prolongó después de la muerte en la cruz, si se toma en cuenta que mi nombre y mi doctrina, no han cesado de verse perseguidas y juzgadas. Jesús consagró su infancia y su juventud a la caridad y oración, en tanto llegaba la hora de anunciar el reino de los cielos. Jesús niño dejó asombrados a los llamados doctores de la ley; Jesús predicador, hizo grandes revelaciones para todos los tiempos. Jesús redentor, sello sus palabras con su vida, con el sacrificio supremo en la cruz. Los hombres de ahora tratan de conocer la juventud de Jesús. Escudriñan e imaginan, más sólo se conoce mi niñez y el tiempo de mi predicación.

Dicen los hombres que Jesús estuvo entre los Esenios buscando su saber, más quién todo lo sabía y fue antes que los mundos, nada tenía que aprender; no podía lo divino aprender de lo humano. ¿Puede haber alguien más sabio que Dios? ¿No os dio prueba de ello vuestro maestro, cuando a los doce años de edad, dejó absortos a los teólogos, a los filósofos y doctores de la ley de aquel tiempo? Yo os digo, que si verdaderamente hubiese tomado la sabiduría de aquellos hombres, hubiera buscado a mis discípulos entre ellos y no en los rudos e ignorantes con que forme mi apostolado.

CUANDO JESÚS TUVO QUE HACER FRENTE A LAS PREGUNTAS, MIRADAS Y JUICIOS DE LAS MULTITUDES, NO HABÍA LEÍDO LIBRO ALGUNO, SIN EMBARGO, DIO CÁTEDRA DE SABIDURÍA, PORQUE EN SUS LABIOS FLORECÍA, DIO EL MISMO VERBO DE DIOS. El, nada aprendió de los hombres, porque entonces no hubiese sido el maestro, sino el discípulo del hombre. Si alguien ha dicho que Jesús fue instruido por teólogos, teósofos o sabios, no está diciendo la verdad, porque antes de Jesús y en el tiempo que el habitó la tierra, no existió doctrina que les enseñase a nacer, a vivir y a morir como él lo hizo; más también os digo, que las lecciones del cielo no se aprenden en el mundo.

JESÚS TOMO LA VERDAD DE DIOS, PARA ENSEÑAR A LOS HOMBRES, NO VINO A TOMARLA DEL MUNDO, NI DE LOS GRIEGOS, CALDEOS, ESENIOS O FENICIOS, ELLOS NO CONOCÍAN AÚN EL CAMINO AL CIELO Y YO VINE A ENSEÑAR LO QUE NO ERA CONOCIDO EN LA TIERRA.

¿CÓMO FUE POSIBLE QUE A JESÚS LE TOCASEN LAS TENTACIONES DEL MUNDO? A lo que os contesto que no fueron tentaciones bajas aquellas que tocaron el corazón de vuestro maestro. El cuerpo que tuve en el mundo, fue humano y sensible era el instrumento de mi espíritu para dar mis lecciones a la humanidad. El sabía la prueba que le esperaba porque mi espíritu se lo revelaba y aquella materia, sufrió por el dolor que lo revelaba y aquella materia, sufrió por el dolor que le aguardaba.

QUISE QUE AQUEL CUERPO DIESE MUESTRAS DE VERDADERA HUMANIDAD PARA QUE QUEDASEIS CONVENCIDOS DE QUE MI DOLOR FUE REAL Y MI SACRIFICIO EN CUANTO A HOMBRE, FUE VERDADERO. De no haber sido, así, mi sacrificio no hubiera tenido mérito ante los hombres. Por eso tres veces Jesús invoco la fuerza de mi espíritu que era quien lo animaba, para vencer la prueba. La primera vez fue en el desierto, la segunda en el huerto de los olivos, la tercera en la cruz.

DOS NATURALEZAS HUBO EN JESÚS, UNA MATERIAL, HUMANA, CREADA POR MI VOLUNTAD EN EL SENO DE MARÍA, A LA QUE LLAMÉ EL HIJO DEL HOMBRE, Y LA OTRA DIVINA, EL ESPÍRITU EL CUAL FUE NOMBRADO EL HIJO DE DIOS. En esta fue el verbo del Padre, quien habló en Jesús, en Jesús el mundo miro a su Dios humanizado, de él sólo se necesitaron lecciones de amor, enseñanzas de infinita sabiduría, pero nunca una palabra de violencia, una demostración de rencor. Cuando dije, el Padre y yo somos uno, habló el espíritu; más cuando el cuerpo sangró, fue la parte humana, la que emitió la queja, porque era carne viva.

EL MUNDO ME PIDIÓ QUE LE MOSTRARA MI VERDAD, Y LA VERDAD LE MOSTRÉ. Cuando el cuerpo que me sirvió de envoltura en aquel tiempo, entró en agonía y desde la cruz pronuncié las postras palabras, hubo entre mis ultimas frases una que ni en aquellos instantes, ni mucho tiempo después fue comprendida; DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿PORQUE ME HAS ABANDONADO? Por aquellas palabras muchos dudaron; otros se confundieron pensando que fue una flaqueza, un titubeo, un instante de debilidad. Más no han tomado en cuenta que esa no fue la última frase, sino que después de ella aún pronuncie otras que revelaron la fortaleza y lucidez plenas.

PADRE EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU y TODO ESTA CONSUMADO. Ahora que he vuelto, para hacer luz en vuestras confusiones y esclarecer lo que habéis llamado misterios, os digo: cuando estuve en la cruz, la agonía fue larga, cruenta y el cuerpo de Jesús, infinitamente más sensible que el de todos los hombres, sufría una agonía prolongada y la muerte no llegaba.

El había cumplido su misión en el mundo, ya había dicho la última palabra y enseñado la última lección; entonces aquel cuerpo torturado, aquella carne destrozada al sentir la ausencia del espíritu, pregunto dolorosamente al Señor: ¿Padre, Padre ¿Por qué me has abandonado? Era la dulce y doliente queja del cordero herido hacia su pastor.

Era la prueba de que Cristo, el verbo, en verdad se hizo hombre en Jesús y su padecimiento fue real. ¿Podéis atribuir a Cristo estas palabras, estando unido al Padre eternamente? Ahora sabéis que fue un gemido del cuerpo de Jesús, lacerado por la ceguera de los hombres. Más cuando la caricia del Señor se posó sobre aquella carne martirizada, prosiguió hablando Jesús y sus palabras fueron: PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO A MI ESPÍRITU.

TODO ESTA CONSUMADO.

LA NATURALEZA MATERIAL Y DIVINA DE JESÚS

SI EL ESPÍRITU DIVINO NO FUE EN JESÚS, ESTE FUE HOMBRE Y DIOS; HOMBRE POR SU NATURALEZA MATERIAL, DIOS POR SU NATURALEZA ESPIRITUAL. En cuanto hombre tuvo manifestaciones propias del ser humano: sentía y sufría; más el conocimiento que tenía de su misión y su fortaleza espiritual, se hacían sobreponerse a las necesidades materiales y a las tentaciones, todo lo que estaba en armonía con su misión y fortaleza espiritual, era desdeñado por él, así a través de aquél varón justo y puro, pudo manifestarse Dios como hombre. Habiendo concluido Cristo su misión, retornó al espíritu divino, llevando en sí la huella de la vida humana, las pruebas a que se sometió asimismo en cuanto a hombre, por eso es que el hijo siendo el amor del Padre, tiene algo de cada uno de vosotros y os sentís comprendidos sabiendo que vivió en el mundo y pisó el mismo polvo que vosotros pisáis.

MÁS EL PADRE Y EL MAESTRO SON UN MISMO DIOS. ¿Lo dudáis? De cierto os digo que la verdad en nada se altera con vuestras dudas; ellas siguen siendo las mismas. Yo esperé a que mi cuerpo, aquel Jesús que contemplaron los hombres, llegase a su mejor edad para cumplir a través de él. Mi espíritu habló por sus labios, mi sabiduría cruzó por su mente, mi amor se posó en su corazón y fue tan perfecta la armonía entre aquel cuerpo y la luz que lo iluminaba, que muchas veces dije a las multitudes: QUIEN CONOCE AL HIJO CONOCE AL PADRE. Entonces dejé que los hombres se acercasen a escucharme, a mirarme, a escudriñarme material y espiritualmente.

Deje que el hombre taladrara mi cuerpo en busca de lo divino hasta que contemplara mis huesos, y mi costado se abriera para manar agua. Dejé que el mundo me convirtiera en su reo, en su rey de burlas, en un despojo. Y así me condujese hacia el cadalso llevando a cuestas la cruz de la ignorancia. En aquel tiempo no fui reconocido todo como sembrador; para muchos fui tan sólo un galileo que predicó sobre la tierra. A MIS APÓSTOLES LES HABÍA ANUNCIADO QUE VOLVERÍA AL PADRE, DE DONDE HABÍA VENIDO, ENTONCES ME REFERÍA AL ESPÍRITU QUE SE LIMITÓ EN EL CUERPO DE JESÚS; MÁS CUANDO LES PROFETICÉ QUE EL HIJO DEL HOMBRE SERÍA ENTREGADO Y CRUCIFICADO, SÓLO ME REFERÍA A LA PARTE MATERIAL; AL ESPÍRITU NO SERÍA POSIBLE CRUCIFICARLE NI DARLE MUERTE, PORQUE ES INMORTAL Y ESTÁ SOBRE TODO LO CREADO.

SI DIJE QUE IMPRIMIRÍA MI LEY EN VUESTRO CORAZÓN, LA GRABARÍA EN EL ESPÍRITU Y REINARÍA MI LEY EN VUESTRO CORAZÓN, LA GRABARÍA EN EL ESPÍRITU Y REINARÍA EN VOSOTROS, ME REFERÍA A MI SABIDURÍA, A MI ESENCIA ETERNA. DEBÉIS DE COMPRENDER QUE NO ES JESÚS EL QUE PENETRA EN VUESTRO CORAZÓN, SINO CRISTO, EL VERBO ETERNO. DIOS ES UN CRISTO UNO CON ÉL, PUESTO QUE ES EL VERBO, EL ÚNICO CAMINO POR EL CUAL PODÉIS LLEGAR AL PADRE.

A cada paso me escudriñaban todos mis actos y palabras fueron juzgadas con mala intensión, porque sus entendimientos no eran capaces de comprender lo que sólo el espíritu puede concebir. Si oraba decía: ¿Para que ora si dice estar lleno de poder y sabiduría? ¿Qué puede necesitar o pedir? Y si no oraba decían que no cumplía con su culto. Si veían que no llevaba a mis labios algún sustento, juzgaban que estaba fuera de las leyes instituidas por Dios, y si me veían tomar alimento se preguntaban ¿Qué necesidad tenía de comer para vivir, quien decía ser la vida?

Cuando estuve en la tierra, los hombres llegaban a mí en caravanas, hombres de altos puestos, cubiertos de vanidad, gobernantes que secretamente me buscaban para escucharme. Unos me admiraron, pero no lo confesaron por temor, otros me negaron. Hasta mi llegaron mujeres y niños, me escuchaban por la mañana, por la tarde, por la noche y siempre encontraban dispuesto al maestro para entregarles la palabra de Dios.

CONTEMPLABAN AL MAESTRO OLVIDANDO DE SI MISMO Y NO SABÍAN A QUE HORA SE ALIMENTABA PARA QUE SU CUERPO NO DESMAYARA, NI SE DEBILITARA SU VOZ Y ES QUE NO SABÍAN QUE JESÚS TOMABA FUERZAS DE SU PROPIO ESPÍRITU Y EN SÍ MISMO ENCONTRABA EL SUSTENTO. Algún día sabréis que aquel que inspirado por el amor, consagre su existencia a consolar, a sustentar y a amar, encontrará a su propio espíritu y alimentos desconocidos que lo sostendrían sin decaer un instante. No será la primera vez que los hombres luchen por definir una revelación, en aquel tiempo después la personalidad de Jesús, queriendo saber si era o no divino, si era uno con el Padre o era una persona diferente; juzgaron y escudriñaron en todas formas mi doctrina.

LOS INCRÉDULOS, LOS ESCÉPTICOS, LOS MATERIALISTAS, SURGÍAN A CADA PASO, PARA SOMETER A SUS RAZONAMIENTOS MI DOCTRINA, MIS PALABRAS Y MIS OBRAS. Más no se han concretado a juzgar mi verdad, sino que se han entregado a escudriñar mi naturaleza humana, mi formación, mi nacimiento, mi niñez y cuantos pasos di en la tierra. Más tampoco escapa a ese escrutinio. María, la mujer elegida por Dios, para dar al mundo el fruto de la vid. También ella supo del escarnio, no les bastó que desde los tiempos pasados, un profeta la hubiera anunciado virginal y pura. Y aún este es el tiempo en que los hombres, discuten y deliberan sobre ella.

¡Cómo se empeñan en complicar lo que es simple, quisieran encontrar en lo divino, la comprensión y las sustancias que son propias de la naturaleza material¡ SU ASOMBRO SERÁ ASOMBROSO SERÁ GRANDE CUANDO COMPRUEBEN QUE LO ESPIRITUAL SIN SUSTANCIA Y SIN FORMA, ES TODO ES EL PRINCIPIO Y EL FIN, ES LA VERDAD. ES LO ETERNO.

EL CUERPO DE JESÚS Y LA RESURRECCIÓN DE CRISTO

HOY QUISIERAIS SABER COMO FUE FORMADO EL CUERPO DE JESÚS, DEBÉIS SABER QUE AQUEL CUERPO FUE ENGENDRADO Y CONCEBIDO POR OBRA DEL AMOR INFINITO QUE OS TENGO. Desde aquél instante Jesús comenzó a apurar el cáliz de amargura que había de beber hasta el final.

Pasó por todas las vicisitudes humanas, soportando las pruebas, la persecución, las largas jornadas, la sed y la soledad, sintiendo el paso del tiempo y contemplando de cerca la vida humana con sus virtudes y miserias, hasta que llegó el instante de levantarse a hablar. Toda la vida de Jesús fue una ofrenda de amor al Padre. Las horas que duró su agonía fueron una oración de amor, de intercesión y de perdón.

A Jesús lo vio sufrir la humanidad y su enseñanza y testimonio es creído por vosotros, ¿Para que seguir crucificando en las esculturas? ¿No bastan los siglos lleváis de exhibirlo como victima de vuestra maldad? En vez de recordarme en los tormentos y en la agonía de Jesús ¿Por qué no os acordáis de mi resurrección plena de luz y de gloria? AL MIRAR ESAS IMÁGENES REPRESENTÁNDOME EN LA FORMA DE JESÚS EN LA CRUZ, HAY QUIENES HAN PENSADO QUE SE TRATÓ DE UN HOMBRE DÉBIL, COBARDE O TÍMIDO, SIN PENSAR QUE SOY ESPÍRITU Y VINE A PADECER LO QUE LLAMÁIS SACRIFICIO Y QUE YO LLAMO DEBER DE AMOR, PARA EJEMPLO DE LA HUMANIDAD.

Si meditáis en que fui uno con el Padre, pensad que no había armas, ni fuerzas, ni suplicas que pudieran haberme doblegado; más si en cuanto hombre padecí, sangre y si morí fue por darles el ejemplo sublime de la humildad.

CIERTA VEZ DELANTE DE LOS FARISEOS, DIJE: EL PADRE Y YO SOMOS UNO Y ME LLAMARON BLASFEMO Y RECURRIERON A LAS ESCRITURAS, TRATANDO DE DEMOSTRAR QUE ERA FALSO TODO LO QUE YO DECÍA. Los hombres no han comprendido la grandeza de aquella lección, y por doquiera levantan la imagen del sacrificio que representa una vergüenza para esta humanidad, la cual sin amor ni respeto hacia a aquel a quien dicen amar, le siguen crucificando e hiriendo diariamente al herir el corazón de sus hermanos, por quienes dio el maestro su vida.

No deis muerte a los más nobles sentimientos del espíritu, ni trates de confortarlo con prácticas y cultos externos ¡mirad: si una madre, no tiene nada material que ofrecer a su amado y pequeño hijo, lo estrecha contra su corazón, lo bendice con todo su amor, lo cubre de ósculos, lo mira dulcemente, pero jamás trata de engañarlo con actos vacíos de amor!

¿Como concebís que yo, el maestro, apruebe que os conforméis con prácticas vacías de toda esencia, verdad y amor, con los cuales tratáis de engañar a vuestro espíritu, haciéndole creer que se ha sustentado, cuando en realidad se encuentra cada vez más ignorante de la verdad? A TODOS INVITO A DESTRUIR ERRORES QUE POR TANTOS SIGLOS HAN DETENIDO VUESTRA EVOLUCIÓN.

EL SEGUNDO NACIMIENTO DE DIOS HIJO EN LA TIERRA FUE JESÚS

MEDITAD Y CONCLUIRÉIS POR COMPRENDERME, ANTES QUE JESÚS, YA ERA CRISTO, PORQUE EL ES EL AMOR DE DIOS. POR EL NOMBRE DE CRISTO CONOCISTEIS A QUIEN MANIFESTÓ EL AMOR DE DIOS ENTRE HOMBRES, MAS CUANDO EL VINO A LA TIERRA, ANTES YA SE HABÍA MANIFESTADO COMO PADRE, POR LO TANTO NO DEBÉIS DECIR QUE CRISTO NACIÓ EN EL MUNDO, QUIEN NACIÓ FUE JESÚS, EL CUERPO DONDE SE ALBERGO CRISTO.

Definido así, no os confundáis, dejad de sugeriros entre las turbias interpretaciones que lleváis por tradición. No olvidéis que Cristo es el amor de Dios, por eso cuando él se manifestó a través de Jesús, os turbasteis y os confundisteis; y mirando sus prodigios no le creísteis, porque es infinito su poder para que lo comprenda vuestra limitada razón. Unos me niegan, otros se confunden y otros más estudian y analizan de acuerdo con su manera de pensar y de entender.

CUANDO LOS ESCRIBAS Y FARISEOS OBSERVARON LOS ACTOS DE JESÚS Y LOS ENCONTRARON QUE DIFERÍAN DE LOS SUYOS, DIERON QUE LA DOCTRINA QUE PREDICABA, IBA EN CONTRA DE LA LEY DE MOISÉS. Es que ellos confundían la ley con las tradiciones, mas yo les probé que yo no había venido a transgredir la ley que el Padre había revelado a Moisés, sino a darle cumplimiento con palabras y obras.

Ciertamente, yo pasé por sobre muchas tradiciones de aquél pueblo, porque había llegado el momento de que desaparecieran, para dar principio a un nuevo tiempo, con las enseñanzas más elevadas. Cuando Jesús celebró la pascua, según la tradición de aquel pueblo, les dijo: algo nuevo tengo que revelaros; tomad de este vino y comed de este pan, que representan mi sangre y mi cuerpo, y haced vosotros esto en memoria mía. Después de la partida del maestro, los discípulos conmemoraron el sacrificio de su Señor tomando el vino y comiendo el pan que simbolizaban a aquél que todo lo dio por amor a la humanidad.

A medida que los siglos pasaron los pueblos divididos en religiones, dieron diferente interpretación a mi palabra. Hoy vengo a deciros cual fue mi sentir en aquella hora, en aquella cena, donde cada palabra y cada acto de Jesús, fue lección de un libro de profunda sabiduría y de infinito amor. SI TOME EL PAN Y EL VINO, FUE PARA HACEROS COMPRENDER QUE ELLOS SON SEMEJANTES AL AMOR, QUE ES EL SUSTENTO Y LA VIDA DEL ESPÍRITU, Y SI OS DIJE: HACED ESTO EN MEMORIA MÍA, QUERÍA DECIR EL MAESTRO QUE AMASÉIS A VUESTROS HERMANOS CON UN AMOR SEMEJANTE AL DE JESÚS, ENTREGÁNDOOS COMO VERDADERO SUSTENTO DE LA HUMANIDAD. Todo rito que hagáis, será estéril, si en vuestra vida no lleváis a la práctica mis ejemplos; he ahí lo difícil para vosotros, más en ellos es donde existe el mérito.

SI LOS HOMBRES DE AQUEL TIEMPO CREYERON QUE AL QUITARME LA VIDA, ME DESTRUIRÍAN Y LOGRARÍAN HACER DESAPARECER MI DOCTRINA, NO SE DIERON CUENTA DE QUE SÓLO CONSEGUIRÍAN CON ELLO, DARME MÁS VIDA, OBTENIDA POR EL SACRIFICIO. Así quise morir, sobre mi cruz, para enseñaros que yo, vuestro Dios, no soy solamente el Dios de la palabra, sino también el de las obras; pero quienes me vieron morir y contemplaron mi agonía y escucharon mis últimas palabras, dijeron: ¿Cómo pudo morir el hijo de Dios? ¿Cómo es que siendo el Mesías, le hemos visto caer y le hemos oído quejarse? Una prueba más me estaban pidiendo los hombres y en mi amor se las di.

SI NACÍ EN CUANTO A HOMBRE DE LAS ENTRAÑAS DE UNA SANTA MUJER, PARA RENDIR TRIBUTO A LA MATERIALIDAD HUMANA, TAMBIÉN BAJÉ A LAS ENTRAÑAS DE LA TIERRA PARA RECIBIR TRIBUTO A SU SENO Y CONCLUIR AHÍ MI MISIÓN EN CUANTO A HOMBRE. En aquel tiempo me juzgaron; Anás, Pilatos y Herodes, y el pueblo cumplió en mi la sentencia.

Ahora son muchos mis jueces y mayor número los que me harán sentir el dolor en este tiempo. Soy aquél que sintió sed infinita de amor y en vez de agua recibió hiel y vinagre, como manifestación de despreció, de burla y de ignorancia, SED TENGO, dije en aquella hora. SED TENGO VUELVO A DECIROS; SED DE VUESTRO AMOR, DE SENTIROS CERCA DE MÍ, SED DE QUE OS AMÉIS LOS UNOS A LOS OTROS.

Bibliografía:

Humanidad, Textos tomados del Tercer Testamento

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www.eltercertestamento.org