CAPITULO SEXTO (6/19)
Una vez más, una vez más contigo, oh auditorio amado, yo te recibo en el nombre de mi Padre, una vez más mi pensamiento convertido en palabra, trayéndote en él raudales de amor, para ti, he aquí la irradiación espiritual de aquel que siendo redentor del mundo, jamás abandona a los suyos, y yo vengo en verdad, y estoy aquí, y estoy con vosotros, con los míos, porque vosotros sois en verdad mis ovejas, espiritualmente hablando. Yo soy pastor de las ovejas que se deja morir por una sola de ellas, se deja morir la palabra humana, pero tú ya sabes que no hay muerte, y yo te diría: Se deja sacrificar por una sola de las ovejas, de mis ovejas; esencia de mi esencia, átomo de mí mismo, raudal de amor y de vida de mi en ti, por eso, amados míos, una vez más vuelvo con vosotros en palabra, ya que estoy siempre en vosotros, en una presencia, en una presencia tan sutil, en una presencia tan fina, que no llega a los sentidos de tu cuerpo, pero en algunos casos por momentos llega a percibirlo el alma y lo transmite al cuerpo; por momentos te sientes espiritualizado, por momentos te sientes amoroso, por momentos te sientes muy mío, conmigo, y por momentos te sientes muy del mundo y vuelves de nuevo por tu libre albedrío otra vez al mundo.
Con todo tu fuego, quieres todo para ti, con toda la pasión de tener para la carne, todas las comodidades que humanamente necesitas olvidando que todas las cosas de este mundo, son pasajeras, y que nada quedará que no hayas sido convertido en energía, porque en verdad os digo, que toda materia es energía, y que toda energía, es pensamiento y que toda energía, es mente, y que toda energía es voluntad, y que toda claridad surge de la conciencia, y que todo amor surge del manantial crístico, que es para ti mi pueblo, para que tú seas conmigo como yo soy contigo, inseparablemente de ti, si tu no me oyes, si tú no me sientes, es que tienes como el árbol milenario, cubiertas y densidades mayores, y más y más hasta que te aparta de mí; cortezas y mas cortezas de todo eso que es, humanidad, mundo y sobre todo inconsciencia, por eso, por esa inconsciencia no me sientes, porque la ignorancia que hay, tampoco me sientes, porque la ignorancia y la inconsciencia, hacen barreras para que no me sientas y no me veas, auditorio muy amado.
Voy a hablarte un poquito, porque es necesario hablarte del segundo tiempo, en el segundo tiempo, yo como maestro Jesús Cristo, empecé a darte la lección, la lección que recibiste, siempre, y la más terrible de las lecciones, que recibiste, siempre y la más terrible de las lecciones, empezó desde la noche de la cena fíjate por qué quiero hablarte de esto; de la noche de la cena, donde principió precisamente lo más grande que yo quería dejarte, hasta la mañana de resurrección, en que quise dejarte también una enseñanza de que el alma vive después de la mal llamada muerte, de que el alma no muere, el alma es el vestido, la vestidura radiante y luminosa del espíritu por lo cual se individualiza, se manifiesta como él; entonces manifesté en verdad, que la muerte la mal llamada muerte, no es otra cosa que la mejor vida, cuando se pasa a mejorar la vida sin la materia; es un mejoramiento de vida porque ya no lleva el árbol milenario, ya no lleva sus cortezas que le hacen caer pesadamente en la tierra; entonces te enseñe por medio de los que me hice ver, por medio de los que me hice oír, por medio de aquellos les hice entender que yo estaba con ellos, y que estaría con ellos toda esta edad, hasta que vinieran los tiempos, del Juicio que tú dices, el Juicio no será y yo os digo: que el juicio, sí será.
Entonces esta es una edad en que tengo que seguirme manifestando, manifestándome con la vibración unida al Santo Espíritu, porque la luz del Santo Espíritu, está en mi palabra, porque el Santo Espíritu y el Cristo, no somos dos, somos manifestación trilógica: Padre, Hijo, y Espíritu Santo, trilogía en unidad, he dicho muchas veces; entonces, mi mensaje está lleno de luz radiante, de Santo Espíritu revelador, que trae para ti la enseñanza necesaria para hacerte escalar, porque tu ser, necesita volver, retornar a la morada del Padre, a la morada en donde el Hijo y el Padre deben unirse. Ahora, sigue escuchando, pero sigue escuchando atentamente, en aquella lección que Yo te dí, siempre llena de amor y de perdón, dije a aquellos, mis palabras: “TENGO SED, PERO MI SED NO ES DE AGUA, ES DE SALUD DE LOS HOMBRES, ME REFERÍA A LA SALUD MORAL, A LA SALUD MENTAL, A LA SALUD EMOCIONAL DE VUESTRAS EMOCIONES ESPIRITUALES, A LA SALUD INTERNA, A LA SALUD DEL HOMBRE; TENGO SED DE LA SALUD DEL HOMBRE.
Y sigo diciendo: Humanidad, Humanidad, tengo sed de la limpieza del hombre de la rectitud del hombre; ahora dije también otra palabra: que es necesario que no lo olvides nunca: “Padre, dije hace menos de dos mil años “PADRE, PERDÓNALOS, PERDÓNALOS PORQUE ELLOS NO SABEN LO QUE HACEN“ dije entonces, pero he aquí que han pasado cerca de dos mil años, y ahora yo no puedo decirle a mi Padre, que tú no sabes lo que haces; no debo decirlo, porque a mi Padre no se le engaña, mi Padre ha abierto muchos caminos, para que distintas religiones, para que en distintas filosofías, para que distintas doctrinas, busquéis la esencia espiritual y encontréis el amor y la vida que pone el, en cada Creatura, y entonces, ya no se le puede decir: “Padre, ellos no saben lo que hacen”, porque ahora sabéis que yo estoy en vosotros, y que cuando lastimáis a un semejante, me lastimáis a mi, cuando herís a un semejante, me herís a mi, que estoy ahí en aquel semejante, igual que estoy en ti, no estoy en mayor energía crística en ti, que en tu enemigo; estoy en mayor energía crística de manifestación en los que se han elevado, en los que se han hecho más espíritu que carne, y siempre más espíritu, en ellos aumenta la energía crística, porque aumenta la graduación espiritual, esa graduación espiritual sublime, la creatura, el alma, se eleva por su propio esfuerzo, o porque de mi aprende para hacer ella lo que de mi aprendido, lo que yo te he enseñado, pues bien, dije muchas cosas en las siete palabras de las que tu recuerdas y antes dije también muchas cosas; pero de todo lo que dije se tomó muy poco de aquel tiempo, y ahora tengo muchas cosas que decirte, tengo muchas cosas que aclararte, auditorio amado, escucha cada una de ellas:
Si no te hizo efecto en tu corazón verme en la cruz, ¿Dime pueblo, si en tu corazón no te hizo efecto ver mi cuerpo desgarrado, manando sangre para redimirte? No fue suficiente, porque muy pocos de la humanidad, les hizo efecto, y tratan de cumplir con las leyes de amor, de caridad, de servicio, de perdón; son muy pocas en la humanidad, entonces, para la mayor parte de la humanidad no fue suficiente el derramamiento de sangre, el amor manifestado, ¿Quién más? Pero ahora el mensaje viene en una forma para ti más fácil porque no voy de nuevo a decir, no voy a venir otra vez a la cruz, para que veáis otro drama en el calvario, porque de veras seguiríais dudando como dudáis que yo me comunico a través de los aparatos, a través de los cuerpos de carne, porque cada uno de vosotros sois un templo del Espíritu Santo, cada uno, templos del Espíritu Santo que no manifiestan al Espíritu Santo, por lo que dije antes; porque falta sensibilidad para recibir, para recibir y dar lo que se recibe; recibid el pensamiento y transmitirlo en palabra, pero yo estoy en vosotros; pues bien, si en aquel tiempo, muy pocos en su corazón sintieron la tragedia del Gólgota, ahora vengo por razonamiento de la humanidad a hablarte de la doctrina del alma, de la doctrina de Cristo, de la doctrina de amor, de la doctrina del perdón; hablarte con este nuevo mensaje de: amor y vida, auditorio muy amado, debes saber que tú fuiste hecho, formado, surgido del amor y de la vida de mi Padre celestial; en cada cuerpo hay una cantidad de amor y de vida divina, porque es amor y vida de mi Padre.
Tú tienes en cada cuerpo, en micro, la manifestación de un cosmos, empezando de la materia, hasta la elevación del espíritu; en la materia tienes arcilla para dar forma, para dar… ----Qué te diré--- la densidad que tú necesitas para tu vida humana, pero sigues adelante en los planos espirituales, y sigues en los cuerpos que tienen que purificarse, aquellos cuerpos sutiles, etericos, sensitivos que tú tienes, vas limpiando uno a uno, vas manifestándote por todos para llegar así limpio y claro a percibir lo que hoy no percibes; y por eso la palabra: amor y vida, palabra de nueva enseñanza viene a vosotros, para decir a cada uno, su parte.
Si tú crees que hay una creatura en la Tierra, donde Yo no moro, señálame tú, cual es aquella creatura donde yo no moro, donde yo no existo; ahora, si tú sabes que donde existe la vida, existe el amor, y que yo soy: El Amor y la vida en manifestación, en manifestación divina de mi Padre, hacia mí, y yo hacía vosotros; fui siempre el intermediario, entre mi Padre y la humanidad, y hoy sigo siendo el Cristo de Dios, el intermediario entre el Padre y vosotros, tenéis amor y vida crística, no me hagáis daño; no me despreciéis en los cuerpos de vuestros enemigos, ahí estoy yo; respetadme en aquellos, porque vuestros enemigos son partes mías, soy yo mismo, no les llaméis enemigos, porque aquel, yo que llamo: hijo mío, y le digo: ven a mi amor; hijo mío, tu vida venga a mi vida, ven a mi, pecador, ven a mí tú has faltado a la ley que yo estoy dispuesto a perdonarte, en el nombre de mi Padre por arrepentimiento tuyo; si tú te arrepientes en verdad, si eres capaz de arrepentirte para no volver a cometer los errores cometidos, tú conocerás el reino, pero conocerás el reino, el reino de paz, el reino de amor, el reino espiritual de armonía, paz y amor.
Entonces, yo traigo para los que alcancen a oírlo, para los que alcancen a saberlo, para los que puedan entender este otro mensaje para unir a la humanidad, para decirles que no me lastimen en los demás donde yo moro, en donde late un corazón, late mi vida, y en este mensaje de amor y vida, te hará respetar tu propio cuerpo, sabiendo que en tu cuerpo debe haber respeto por ti; esta la divina esencia, está en tu alma, pero está omnipresente, no hay lugar donde no esté la divina presencia, este mensaje de amor y vida, trae el mensaje de enseñanza de la divina presencia, divina presencia que como el sol, ilumina el mundo, para decirle a la humanidad entera, a través del verbo, a través de la palabra: Yo soy la divina presencia que como Santo Espíritu, en esta tercera edad, en este tercer tiempo, me comunico para hacer que el hombre dé pasos adelante, que la creatura venga a mí, por amor y vida, porque eso tendréis que regresar a él, por amor y vida habéis nacido de él, por amor y vida, vivís; está la divina presencia en vosotros, por amor y vida volveréis a mí, y este es el nuevo mensaje, mi Pueblo, de la omnipresencia de su amor, de la de su amor, de la omnipresencia de su verdad.
En verdad os digo: Pocos me comprenden, pero en esta vez, yo os voy a hacer un llamado a los que deben mover a los grupos, porque ya está el tiempo de la tragedia, momento a momento aumenta la tragedia en el mundo, y yo quiero que vosotros os salvéis con eso, con la divina presencia que está en vosotros, y con el amor y vida que está en vosotros; por eso voy a pasar ahora en mi enseñanza, voy a pasar a la conciencia de alguien, estas palabras, estas tres palabras que se graben, con las cuales deben mover a las cuales deben mover a las multitudes, si, a los que vengan aquí; son tres palabras: AMOR, VIDA Y DIVINA PRESENCIA DEL AMOR Y DE LA VIDA.
A ti Amado mío, Ovejita que me amas y que siempre tratas de servirme, a ti, Gabriel, a ti te digo: Que no olvides estas tres palabras del nuevo mensaje, porque con ellas podrán mover a la parte de la humanidad que puedan mover; pero a ti, a ti también David de este lugar, acércate a tu hermano y ven porque yo te llamo, a ti también Daniel, acércate a mí, porque yo te llamo; a todos los que estoy llamando los quiero aquí, porque me van a contestar lo que yo quiero, y a ti también, Mateo, porque yo te necesito que te des cuenta de tres palabras que son en verdad la base del Nuevo Mensaje .
A ti también, columna número uno de mi enviado el misionero, ven aquí y muchos de vosotros que sois de otro Lugar: representantes, guías, columnas de otros lugares, escuchad lo que os voy a hablar:
¿Qué entendéis vosotros con esta introducción del nuevo Mensaje de amor y vida divina, presencia de ese amor y de esa vida? ¿Por qué creéis que la traigo ahora, aquí para que la conozca el mundo? Para que respete, no solamente a sus semejantes, sino que se respete a si mismo cada uno de Vosotros.
Vaya diciendo, breves palabras, pero contestándome cada uno de vosotros, hablad que yo os escucho, sed breves:
Habla el Hermano David.
Bendito seas, amado mío, en verdad, cuando yo te escogí, te escogí nuevamente, porque tú, David, no sabes que quiere decir el nombre de David. ¿Podrías decirme algo del nombre de David?
Habla el Hermano.
Pues tú y tus hermanos que te sigan tendrán que enfrentarse a la ignorancia del hombre, al materialismo del hombre, para enseñar la luz de la nueva aurora, la luz de amor, vida y divinidad presencia; tendrán que enfrentarse así, ellos contigo y tú con ellos, porque es necesario que sepan que es el tiempo del espíritu. Amado mío, tú sabes cuánto te amo y tú sabes cuánto amo a cada uno de vosotros, mi bendición y mi amor te cubran, sean contigo. Otra voz.
Habla el Hermano Mateo.
Mateo, te digo a ti también como a tu hermano, porque también tu me amas, como tú me amas, como tu hermano me ama; y hablo con fuerte palabra. Tienes que hacer frente tú también, a la ignorancia, porque la ignorancia separa a la creatura de mí, de mi amor y de mi presencia, la ignorancia de las cosas divinas, la ignorancia de las leyes, es vuestro peor enemigo, porque os ata con cadenas y no sabe dejar que déis los pasos a la escala de la perfección. Y como dije a tu hermano, digo a ti: tenéis que hacer frente a la situación, y quitar vendas, Yo os digo en el nombre de mi Padre, en el nombre de mi amor: Quitad vendas; en el nombre del Santo Espíritu, bendito seas, Otra voz.
Habla el Hermano Gabriel.
Hijo muy amado, hijo muy amado siempre dispuesto a entender las cosas grandes, tú sabes también tienes como tus hermanos, que hacer un circulo y enfrentarte juntamente con ellos; a la crueldad, a esa ignorancia en que vive la humanidad, hablando estas verdades, porque Yo he escogido a este lugar a esta federación, para entregar palabras que jamás se han oído con el éxito que no se ha tenido. Ninguna palabra antes, uniendo amor y vida, de la divina presencia en vosotros, ha escogido a este lugar, y he escogido a vosotros para dar estas conferencias, pero fíjense bien en lo que digo: Que no se quedarán aquí, que traerán aquí, que traerán sus grabadoras de sus Pueblos para grabar, para llevar a aquellos pueblos, para que se amen, para que se respeten, para que a su vez produzcan otros mensajes, a otros lugares y corra la voz y sigan adelante.
El Cristo, nos da en una forma sencilla, ya que no pudimos aprender el: El amaos los unos a los otros, ahora nos dice: Puesto que no habéis aprendido esa lección, la lección de: amor y vida y divina presencia, y de ese amor y de esa vida, como el mensaje nuevo del tercer tiempo, que existe a raudales entregando por mi misionero, a través de este aparato, que por hoy es el indicado para manifestarlo, y sobre todo a vosotros os digo: David, no hagáis tan larga la espera a vuestros hermanos, para que escuchen cátedra, porque los Pueblos tienen que saber y tienen que oír, porque ya está la tragedia, su principio de la tragedia ya se está apoderando del mundo. Hacerlo de ser posible, cada dos meses de menos, porque el dolor de la humanidad ya; buscar la forma de que los Pueblos que llamáis vosotros, traigan la forma de llevar también a sus naves la enseñanza grabada; sabéis lo que quiero, sabéis lo que os digo; que quiero a vosotros con María Amparo trabajando estas cosas.
Pero sin temores. Si tiembla la tierra, ya está anunciando; si vienen las inundaciones, ya está anunciando; si el Viento hace lo que tiene que hacer, no lo digo, porque no quiero vuestros temores mayores, mas ya está anunciando. ¿Cuándo empezáis Vosotros? Quiero a vosotros trabajar, trabajar así, quiero trabajar y vuelvo a repetir, con vosotros y con ella, porque con ella tengo que dar a vosotros, revelaciones muy fuertes; quiero decir, que a veces tenéis que hablar sin auditorio, que habrá ocasiones en que necesitéis hablar contigo a través de ella, pero con los escogidos nada más. Los que van a poner en movimiento todas las cosas de todos los Pueblos donde debe ir este mensaje de amor y vida; a todos los lugares, enemigos o amigos; pero vosotros debéis hacer este llamado, esta invitación. hablar a los que faltan.
Habla un Hermano.
Tú te unirás a tu Hermano David, que está cerca de ti y los dos David que estarán unidos al grupo que yo he llamado, precisamente para escogerlo para el movimiento, empezaran a decirles que se preparen para sus grabaciones para que así el Pueblo tenga estos mensajes que es mi mensaje y se preparen, porque yo quiero que preparen el alma, ¿Cómo van a ir al plano astral con los mismos pensamientos? ¿Cómo van a ir al plano astral con las mismas pasiones e impresiones, cómo? No es posible, porque tendrías que vivir con los mismos afanes y con los mismos errores, necesitan pensar que deben espiritualizarse para que sepan en qué momento van a pasar al plano astral, porque serán tomados por grupos, unos, serán tomados y otros serán dejados, y por grupos pasarán a planos astrales, por cantidades, y he aquí que en las necesidades, debéis estar unidos, y los que no quieran estar unidos, yo les tomaré cuentas y sobre todo mi Padre les tomará cuentas, por rebeldía. Ellos solos cometen rebeldía, ellos solos preparan sus lienzos para llorar el dolor que produce la rebeldía.
A los que han hablado, tienen la palabra
Habla el Hermano Daniel
Este es el Tiempo de Amor y de alarma, de Amor y Preparación, porque ahorita no hablo de paz, hablo de preparación para el movimiento, para el movimiento del que estoy explicando. Daniel, yo te hago una pregunta, con el puesto que tienes, ¿estás conforme con tu conciencia? Entonces, procura hacer lo que debes, hacer, para que duermas tranquilo por la noche y te levantes sonriendo por la mañana, PORQUE EL DEBER CUMPLIDO, AMADO MÍO, CAUSA SATISFACCIÓN, Y EL DEBER NO CUMPLIDO, REMORDIMIENTO.
Yo te amo, y tú sabes que te amo y tú me amas, y por eso quiero que seas de los primeros. Que hagan circular este mensaje a aquellos pueblos tú estás en conexión, para explicarles, que ya que ustedes no pueden ir, llevando a la médium a aquellos lugares, tienen que tener sus grabaciones sobre todo los que pueden tener esta cátedra; que vengan a grabarla para que sepan lo que yo quiero, que sepan lo que digo, que sepan lo que se espera, que sepan que es un tiempo de transformación del hombre, así pues yo te digo, amado mío; cumple, pues yo te amo y te bendigo, ahora perdónate a ti mismo en tu conciencia.
Mi paz viene, ¿pero sabes cuando viene mi paz? Cuando el hombre sabe recibirla.
La tierra en este tiempo, no sabe recibir mi paz, porque la tierra está en guerra, y la tierra está en guerra amado mío, por la ignorancia de la humanidad; pues si la humanidad no tuviera tal ignorancia, respetaría las leyes, respetaría la vida, respetaría el Santo Espíritu, que es la misma vida en manifestación. Yo te bendigo, amado, y te amo y te preparo para que te ocupes un tanto más de lo que tienes que, para que te ocupes un tanto mas de lo que tienes que hacer.
¿Me estás oyendo? Bendito seas, ahora un momento: Gabriel, un momentito delante de mí, delante de mí, escucha bien, escucha bien en el nombre de mi Padre, en mi nombre de Cristo, manifestando al Santo Espíritu, pongo para tu misión en este tiempo de amor y vida, de este tercer tiempo, esta cruz de luz del misionero, cruz de luz para que cumplas, cruz de luz porque esta es mi voluntad; en tu corazón y en tu pecho, cruz de luz que abarque todo, cruz de luz que ama a los que no te aman, bendice a los que te maldicen, perdonan a los que no quieren perdonarte, porque en verdad yo en este momento te preparo para tu misión, y esta misión para la te preparo, para el nuevo mensaje que tiene que ser, vuelvo a repetir, con tus hermanos y con la facultad que estoy ocupando, tienes que ir a hacer una guerra que yo permito, una guerra contra la ignorancia, contra la crueldad, contra el materialismo, esa es la guerra que yo permito, ¿Me has entendido? Pues bendito estás de tu frente hasta tu corazón, sigue adelante.
Daniel ¿Tienes que decirme antes algo? Acércate más y fíjate en estas palabras, fíjate bien, en el nombre de mi padre, en mi nombre de Cristo, derramando la luz del Santo Espíritu, pongo en ti la cruz del que cumpliendo una misión del tercer tiempo, trabaja para que los pueblos tengan grabaciones; y limpio tus oídos para que oigan, limpio tus ojos para que vean, para que veas no lo material, sino lo que yo quiero que veas a través de tu imaginación, de tu cordura, de tu razonamiento, corazón. ¿Corazón, me amas? ¿Me amas en una forma que seas capaz de hacer algo por la humanidad? Yo pongo en ti la cruz de luz, en el nombre de mi Padre, en mi nombre de Cristo y del Espíritu Santo; ahora tienes que trabajar, tienes que estar cerca de tus hermanos y cerca de María Amparo, porque voy a enseñar lo de amor y vida, y los necesito a ustedes para eso, y que los pueblos tengan el mensaje, porque es vuestra obligación.
David de este lugar, amado. Ya me viene hablando tu corazón desde aquí, dame tus manos, amado yo tengo aparte para ti un mensaje y ese mensaje que tengo aparte para ti, ese mensaje tu espíritu lo sabrá a través de tu alma y lo diría, y de momento, yo te digo en verdad: Amado, yo te unjo con los óleos espirituales, pongo en ti la cruz de luz, en el nombre de mi Padre, en mi nombre de Cristo, derramando la luz del Santo Espíritu, para que con esta cruz de luz, tengas más y más iluminación, para entender muchas cosas que yo tengo que decirle a tu espíritu y para que tu espíritu lo diga al mundo. Corazón, Corazón, yo te preparo en el nombre de mi Padre, cruz grande de luz para que ames, para que seas manso y humilde de corazón, manso y humilde de corazón, calla ante las ofensas, antes las blasfemias, perdona en mi nombre, ama en mi nombre y bendice en mi nombre como yo te amo, te perdono y te bendigo, bendito seas siempre, id en paz.
A los demás, no hago esto porque por ahora no lo necesitan, muchos de ellos ya lo tienen y a otros les daré después.
EL LIBRO MAYOR
Lic. Roberto Garza Amaya
Recopilación de cátedras del Maestro
Facultad: María Amparo
Compilador: Miguel
Digitalizado por: Daniel Scalichi
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