QUE LA PAZ SEA ENTRE MIS HERMANOS

Este sitio fue creado para el adoctrinamiento del espíritu por medio de las enseñanzas de las divinidades y otras jerarquías entregadas por mentes preparadas desde 1866 hasta la fecha.

A través de este medio pretendemos publicar la información para compañeros de la congregación y todo aquel que desee conocer nuestra doctrina. De esta forma queremos compartir el conocimiento del verbo de salvación para la humanidad de este tiempo. Nuestro objetivo es despertar la parte espiritual con ayuda de la reflexión, el estudio y el análisis para mejorar nuestra forma de vida.

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Cátedras (mensajes de las divinidades):
Mensajes recibidor a través del entendimiento humano, transmitidos por seres de mayor evolución así como de las divinidades. Estos mensajes son recibidos por mentes preparadas que establecen la comunicación con el mundo espiritual y divino de la creación. (Estos textos son entregados a partir de 1987 a la fecha).

Textos originales (mensajes de las divinidades):
El contenido de estos textos son: digitalización de textos originales, audios, imágenes y libros espirituales de 1866-1950 de otras congregaciones espiritualistas (al final se menciona autor y/o fuente)

Textos personales (James Gullo):
Publicación de apuntes personales producto de investigación, análisis, reflexión, inspiración, meditación y canalización.

Investigación:
Información complementaria para el sitio de diversos temas, en versión original. (Al final se menciona autor y/o fuente)

RECUERDA:
ESPIRITUALIDAD = AUTOCOMPRENSIÓN + AUTODEPURACIÓN + AUTOCONTROL + AUTOTRANSFORMACIÓN + AUTOEVOLUCIÓN

4/3/11

LA IMPORTANCIA DEL AMOR, EL PERDÓN, Y LA PALABRA ESPIRITUAL DESPÚES DE LA MUERTE CORPORAL

CAPITULO NOVENO 9/16


UNA VEZ MÁS EL PODER DEL AMOR SE HACE PALABRA PARA LLEGAR A TUS OÍDOS, Y EL AMOR SE HACE SENTIMIENTO DULCE PARA LLEGAR A TU CORAZÓN.

Una vez más, mi palabra espiritual, se manifiesta, por eso, por el Poder del Amor, el Amor es tan poderoso que manifiesta su Grandeza precisamente en, los hechos de no abandono; el Amor no te ha abandonado, y aún contados los errores humanos que cada Creatura tiene, con todas las manchas que refleja cada uno de vuestros cuerpos; el Amor está con Vosotros porque el Amor ve la Esencia que está adentro; esa Esencia divina de mi, Padre, y esa vale tanto para Mí, y que por esa Esencia que Yo amo, estaré siempre contigo aunque tus Vestiduras estén manchadas, o sea tus cuerpos, Yo me dirijo siempre a la Esencia, porque la Esencia, ella, merece todo mi amor, por ser de origen paterno y divino, por ser de origen inmortal, lo divino se ama, porque lo divino siempre ama y perdona y los Humanos no saben todavía ni amar ni perdonar, están aprendiendo pero no acaban de acabar de aprender, por eso todavía, estáis aquí en este Planeta Tierra, a pesar de tanto tiempo que ha pasado y que Vosotros habéis venido tantas veces para tomar nuevos cuerpos, para el nuevo aprendizaje y para buscar la purificación y para buscar la proximidad con el Padre; sin embargo, todavía estás aquí en el Planeta; en este Planeta que lo habéis hecho Vosotros, planeta bajo y doloroso, porque en verdad está el Planeta, como el hombre ha querido que esté, como el hombre lo ha hecho; no como lo ha hecho mi Padre; ya lo he dicho otras veces.

En este momento estáis aquí Conmigo, pero no solamente Conmigo por medio de la Palabra; sino por medio del Pensamiento en que te repito que estás internamente Conmigo, porque estáis oyéndome, tienes que pensar en Mi, porque estáis oyéndome, tienes que sentirme en ti, por eso te digo que estás aquí Conmigo, y en Pensamiento voy a transmitir lo que estoy transmitiendo, lo que nunca vas a olvidar, porque esta Cátedra, aunque tú quieras olvidarla, no vas a poder olvidar por lo que ella contiene y su contenido vas a empezar en este momento a grabarlo, a grabarlo tan hondamente como te sea posible, porque necesitas grabar, sí, porque ahora aquí estás escuchando una Cátedra más en cuerpo físico, en un cuerpo físico que vas a tener que abandonar como todos los que han nacido, tienen que abandonar sus cuerpos, cuando llegue el momento de hacerlo, pero después, cuando tú hayas desencarnado y empieces a recibir tu lucidez de que estás desencarnado ya, es cuando viene lo que Yo te he dicho, lo inolvidable. Vas a empezar a sentirte ya sin cuerpo, pero entonces vas a empezar a trabajar en tu memoria, a trabajar con tu mente y a trabajar con una cantidad de recuerdos de tu vida, pero recuerdos de tu vida, porque está todo grabado en ti, nada deja de estar grabado en ti; todo está grabado en tu propia atmósfera etérea, en ti mismo, en tu conciencia, en tu alma; esa memoria álmica que no olvida desde el principio en que ella empezó a hacer lo que tenía que hacer, a tomar cuerpos, entonces empezaréis a pensar en estos Lugares espirituales, en estas Escuelas diferentes, Escuelas unas, Recintos o Templos otras, otras Salas de conferencias diferentes, a donde habéis ido; empezaréis a llevar la memoria y a pesar de que habéis oído aquí en estos Lugares, a donde se habla la Palabra de preparación, para antes de que venga tu desprendimiento y entonces dirás: Si el Maestro a través de labios humanos diferentes nos habló, de estas cosas que yo no hice, “Señor, por qué no te obedecí, por qué no obedecí tu Palabra: Amaos los unos a los otros, por no haberte obedecido, está el Mundo lleno de errores y de libros de poco contenido, porque no se ha aprendido esa Palabra sublime: “Amar a Dios sobre todas las cosas, amar al Padre primeramente, que es vuestro Primer Amor, Amor Santo y Divino”, El Padre que es en Verdad vuestro Padre Único y Eterno, espiritualmente, pues los demás, os he dicho que son Progenitores temporales, a los que también tenéis que amar y honrar, pero después del Padre Celestial; entonces empezaréis a pensar allá, ya sin cuerpo, con esas palabras: Primero amar a Dios sobre todas las cosas y luego a tu Prójimo como a ti mismo; se hubiera salvado todo, no hubiera habido necesidad de guerras ni de dolores, ni de tantos libros casi inútiles, poco útiles, muy poco, solamente con esas palabras hubiera alcanzado el Reino, porque Aquellos que tienen odio, jamás conocerán el Reino de mi Padre: aquéllos que tienen rencor, jamás conocerán el Reino de mi Padre.

Aquellos que guardan desarmonía, jamás conocerán el Centro de Armonía, que es el Centro de Amor y Vida; .aunque tengan que llorar, si lloran y se arrepienten por un momento, y después vuelven a cometer los errores que ya cometieron, es que no están en verdad arrepentidos, entonces os acordáis de cuántas Cátedras os di Yo, por cuántos años, en cuántos diferentes cerebros, en cuántos Oradores y Operadores diferentes pasó la Palabra; la Palabra que tú necesitabas para ordenar tu vida; para ordenarte tú, como la Vida te ordena que seas: Armónico, pues si no eres Armónico. ¿Qué esperanzas futuras tienes? Entonces necesitas pensar desde aquí, cómo vas a sufrir. Cuando te parezca estar oyendo mi Palabra, y sientas y veas que yo estáis sin Materia, y que no hiciste lo que Yo te enseñé; entonces dirás: “Déjame volver, quiero otro cuerpo para perdonar a.los que no perdoné, y para pedirles perdón a los que ofendí; Señor dame otro cuerpo para volver de nuevo a amar a los que no amé; para comprender a los que no comprendí, y a buscar armonía, porque yo desarmonicé; Señor dame otro cuerpo, “Pero entonces la Ley, Regencia Espiritual, que todo ha ordenado, que todo ha escrito ya por Leyes divinas; entonces se mostrarán ante tus ojos, el Tiempo, los Siglos o Milenios que te faltan para poder volver de nuevo a recuperar la que perdiste, y querrás venir y cuando tú sepas que te faltan tantos Siglos para volver a encarnar, y que no ti enes mientras tiempo para corregir lo que hiciste, y que quisieras pedir perdón y tú te acercas, pero no oyen tu voz aquellos a quienes tú les hablas para pedirles perdón, para decirles sobre todas las cosas: Una. Quiero amarte como no te amé; oh Esencia de mi Esencia, átomo compañero, de mi propio átomo espiritual quiero reconocerte, oh Esencia divina, pero en verdad hablarás y hablarás y no serás atendido, porque no serás oído; porque menos serás escuchado, , y tratarás de tocar aquellos cuerpos para acariciarles, en una palabra, para ver si te han oído, para moverlos, para que vó1teen y té vean triste y desesperado, pero verás que aquellos cuerpos no te sienten, no te oyen, no te ven y tú sigues en aquella inmensidad sintiendo aquella soledad que hiciste en este Mundo, esa soledad te acompaña, la soledad que tú mismo hiciste sintiendo la desarmonía cuando rompiste la armonía de las Leyes y esa desarmonía se traduce en desesperación para ti, y dirás: Cuánto me falta para encarnar, y entonces verás en los éteres reflectores, en la armonía de la Santa Naturaleza, donde todo está escrito; en donde la Ley está para tus ojos visto; cómo ves el pizarrón de este lugar o de cualquier lugar, y te convences diciendo: Han pasado cincuenta años, y me faltan cien más y yo no soy escuchado, y yo sufro hablo al Padre y yo siento dentro de mí, una intuición y el Padre en esa intuición me dice: Estuviste en el Mundo y tuvíste encarnación inútil, en esa encarnación inútil no aprendiste a amar a Dios sobre todas las cosas y a tu Prójimo como a ti mismo; hiciste todo menos amor, hiciste todo, menos perdonar, hiciste todo menos comprender que las Cátedras son para obedecerse, que son para respetarse, porque no son cátedras terrenas, porque son Cátedras espirituales de mi Ser, Jesús Cristo, no son Cátedras de un hombre o de una mujer que como Médium, como les llamas tú, hablan; no, porque lo que ellas hablan, no lo hablan de sí, lo hablan de Mí, que Yo hablo en ellas, Entonces, me oyes y me olvidas, me oyes y dejas mi Cátedra para después, me oyes y todavía dudas y criticas a los Instrumentos de mi Palabra, porque tú quisieras que todo fuera como tú quieres, pero comprende que en estas cosas hay niveles evolutivos y por cada cerebro te doy, lo que cada cerebro puede darte a ti, es decir, recibir primero y darte a ti después y entiende sobre todas las cosas, que estás dejando pasar el tiempo y que si no has hecho aquí, amigos, no los encontrarás tampoco acá en el Espacio; si no has hecho Hermanos, no los encontrarás, si no has sembrado amor, no hallarás quien te ame, porque encontrarán falsedad y la falsedad te dejará aparte de los demás; ábrete, Humanidad ábrete al amor, ábrete sobre todas las casasen la flor de la conciencia, ábrete en verdad, para que así puedas decir:
“Señor, desde hoy, desde hoy que sabes lo que yo espero, y que yo también lo sé, no quiero encontrarme así sin cuerpo en la desesperación de que tú nos hablas, voy a corregirme, corrígete sí, corrígete ahora, todavía esta noche hay remedio, todavía en estos días hay remedio. ¿Pero qué harás cuando cuentes los años, y que te falten tantos allá en el Espacio? Hablando en soledad y vagando en arrepentimiento, fuera de tiempo, pues que nada hiciste en oportunidad, trataste de jugar a dar caridad y bondad, fue un juego temporal de un engaño falseen ti; después te enfriaste a la bondad y caíste de nuevo en el pecado de la indiferencia ante el dolor de la Humanidad, de tus Hermanos que están enfermos y que sufren y no sabes tú si pueden curarse porque no tienen para curarse, y tú no los ayudas. ¿Cómo hacerte entender, Corazón Duro, que te está esperando en el Espacio, una cuenta? Una Cuenta que tú has hecho y que la estás haciendo crecer y que esa Cuenta la vas a leer tú mismo en los Registros de la Naturaleza, donde todo está en los éteres reflectores, donde todo se refleja, en los éteres luminosos donde puedes tener Luz para ver; o sea donde te vas a dar cuenta, con qué tristeza, ¡qué diferencia! Es el lugar de la Luz y el lugar de las sombras, o el Estado de la, Luz y el estado de conciencia de las sombras; porque encontrarás en ti, precisamente, lo que tú fraguaste, lo que tú tejiste; has hecho tejido de Maya, de Ilusiones del Mundo, porque desde siempre has creído que siempre vas a estar como estás ahora; no, va a llegar el momento en que no vas a tener cuerpo, en que todos los caprichos que tú estás, haciendo, se convertirán en dolores, en remordimiento de conciencia, y te acordarás que Yo te hablé, que quise llegar a tu corazón, que quise llegar a tu Alma y que tú no quisiste. ¡Si lo hubieras querido! Pero no lo quisiste, y no lo quisiste, porque veo precisamente que la impresión de esta Cátedra, va a durar a unos un poco más que a otros, y aunque no se va a olvidar, vas a llevar, indiferente, casi indiferente el recuerdo de lo que Yo te estoy diciendo; entonces, seguirás en el Espacio buscando amor. ¿Cómo puedes buscar amor, sin dar amor? Y Yo te doy amor para que tú des amor, el amor que Yo te doy para ti y para que des, ni lo das ni me lo regresas, porque no sabes amarme. Si tú pudieras amarme, amarme como se ama al Cristo, Cristo que es Amor, Amor para manifestarse, Amor manifestado, tú pagarías amor, con amor, pero tú no puedes hacerlo porque no conoces la capacidad que tiene mi Espíritu para perdonarte: precisamente porque te amo; te perdono que dudes de Mí te perdono que me reclames, porque las cosas no las hago como tú quieres que salgan, te perdono y perdono a los que me insultan y a los que escupen también, hasta mi nombre, porque los amo y sin embargo, de ese Amor, tú no lo sabes usarlo, ni sabes que está en ti, ni sabes que está en ellos, de ellos para ti y de ti para ellos: que hubiese va un intercambio de esa Esencia, de esa Fragancia celeste, de esa Substancia de Vida llamada: Amor fortificante de unos para otros, y sin embargo no es así, aunque esta Cátedra no será olvidada, porque vas a estar al pendiente precisamente de que todo lo vas a ver, que pasan y no te hablan que no te oyen, que tú haces un reclamo. Si te acercas a los Seres amados, ¿Por qué no me oyen, por qué no me sienten, por qué no me hablan.
Y sienten la soledad y la indiferencia. Te acordarás de esta Cátedra que te advirtió que te modifiques, que te corrijas, que te moderes, que te transmutes mentalmente para que aparezca ya la forma de salvación, de seguir mi Camino, porque esa es la forma de seguir mi Camino: La transmutación mental; la transmutación mental que te lleve a lo espiritual, y por eso. oh mis Amados, por eso debéis de estar pensativos, porque vais a leer frente a Vosotros, todo lo que está escrito de lo que habéis hecho, hablando y pensando; cuando cuentes lo poco bueno y lo mucho equivocado, cuando veas que tu vanidad o tu dureza de corazón, no merece todavía la Luz del Reino. ¿Qué triste te quedarás, sabiendo que en el Reino hay cánticos, cánticos de gloria a los que tú no puedes llegar todavía, ¡Qué lejos del Reino te sentirás, y cuánta tristeza en .las sombras? En las sombras que has formado, en las que te envuelves a ti mismo si no quieres entender de mi Palabra ¿Para qué te sirve lo que tú llamas: Espiritualismo? Que no existe, porque lo que tú practicas, no se llama todavía Espiritualismo. Inútil mi venida como Verbo, hablar verbalmente la Palabra, inútil para ti, para ti que no la comprendes y que no la siente tu corazón, pero cuando tu corazón ya no lata, cuando tus ojos ya no tengan Luz, sentirás el estremecimiento, ya sin cuerpo y me dirás: Piedad, Jesús, piedad, Jesús, perdón, que no supe entenderte cuando escuchaba tu palabra, no pude retener mis pasos y he ahí que el Materialismo me cegó.

Y Amados míos, os digo: Mi perdón lo doy, pero tú tienes que pagar lo que hiciste. “Hay quien dice que, cuando se perdona, se borra todo en el perdón y va no debes nada”. No has comprendido estas cosas, el perdón, te lo dije en cuerpo de Jesús: Antes de ir al Templo, antes de ir al Altar, ve y reconciliare con aquél con quien tú has reñido, o sea, al que tú has ofendido, y después de que te reconcilies, ve al Altar. ¿Qué quise decirte con eso? Que él es el que tiene que perdonar lo que tú le hiciste, como tú tienes también que perdonar lo que te hicieron; pero el perdón, tiene que darlo el Ofendido. Por eso, Yo te doy el perdón de cuando me ofendéis a Mí, cuando ofendes mis Leyes de Amor, cuando las destruyes, cuando rompes mi armonía. Yo puedo perdonar lo mío, lo que me haces a Mí, pero lo que haces a tu Semejante, tienes que decirle a tu Semejante, o con buenas formas, hacerte perdonar; pues de lo contrario, es inútil todo lo que dices que has aprendido, es inútil que leas libros, es inútil que te llames: Espiritualista, es inútil que te llames sobre todo: Espiritualizado.

Ese Materialismo que te rebaja tanto, que te hace siempre desconfiar de todo y de todos, y por desconfiar de todos, aún de Mi has desconfiado, si no te concedo todo lo que tú me pides, es que no todo me lo concede mi Padre para tí, porque no todo has merecido, Pueblo. Aprende que hay que merecer también de acuerdo con el merecimiento de lo que vas a recibir y de lo que estás pidiendo; entonces, cuando estés sin cuerpo, llegarás a visitar las casas que habitaste, sobre todo la última, donde dejaste el cuerpo. Revisarás no sólo a la Familia sino el Hogar; escucharás lo que hablan de ti, por bien o por mal, de acuerdo con el comportamiento que dejaste; así se hablará de ti, volverás a entrar y a salir de tu casa, y volverás a otras casas, recorriendo en ellos, los errores llamados pecados o faltas a la Ley, y reunirás una porción con otra porción y juntarás muchos errores y dirás: ¿Señor cuándo acabaré de pagar? Te acordarás entonces de mi Palabra, y te acordarás entonces de mis Cátedras y te acordarás entonces de este momento, precisamente de esta Cátedra; pero el que sigue mintiendo, a veces cree en su mentira y se engaña a sí mismo. ¿Y allá, cómo vas a hacer para engañarte? Creyendo que te faltan menos años para volver de nuevo a encarnar a otro cuerpo; a otro cuerpo, donde tienes que pagar lo que hiciste aquí, lo que debes de varias encarnaciones, de una, de dos, de tres de menos o de más, si al volver de nuevo al otro cuerpo, te vuelves a olvidar otra vez, como te olvidaste en ésta; y tratarás de buscar tus satisfacciones, tus alegrías humanas, pero no tus alegrías espirituales, porque hay alegrías espirituales muy grandes, muy hermosas quena sabes buscar; que no las cuentas, solamente quieres buscar las que le placen a él, sí a él a este cuerpo, a este traje carnal, a esta envoltura humana temporal; pero la mente carnal ella es muy bien servida por ti, ¿cómo la gratificas, cómo la llenas de satisfacciones, cómo quietes todo para complacerla? ¡Oh Humanidad, Humanidad! Si tú supieras escuchar los áyes de los que me tienen siglos de que están esperando para pagar lo que hicieron. si tú te convencieras de aquellos quejidos que quedan en aquellos lugares, en aquellos hospitales, en aquellos lugares donde mucho se dejó y donde mucho se sufrió; aquellos sollozos que dicen: “¡Cuánto me falta! Y ven que les faltan hasta cien años, más aún ¿Qué harán? Llamar al espíritu que desatendieron, al espíritu que olvidaron, pero si lo olvidaron no lo dejaron manifestar, ¿cómo lo van a recibir, para ser salvados? Ahí quedáis pagando nuevamente, dando vueltas lleno como te fuiste, de la forma de pensar de tu mente, de tu mente que fue la que te ayudó en la carne, llamada mente carnal, ella te sigue ya sin carne, pero te sigue igual en otros cuerpos, que siguen como mente material y llamando a la mente, mente material, ¿a quién, y quién va acusar y ser acusado? ¿Tú a quién acusarás y quién te acusará a ti? Te acusará tu con ciencia, acusarás tú a tu mente, acusarás tú a tu cuerpo, o tu cuerpo te acusará a ti, ¿Cómo vas a hacer este enredo en el que sólo te has clavado, para ver quién acusa a quién? Y os convertiréis Vosotros en Acusados y Acusadores, riñendo con vuestros grados diferentes de mente, y vuestros grados diferentes de conciencia, pequeña, que quiere asomarse y que no puede, porque tú no la has dejado, no has dejado que surja el Amanecer en ti, en ti mismo.
¡Alba, despierta ya a las Creaturas de la Tierra. Oh, despertar del Alba, oh Conciencia Colectiva, despierta ya por Gracia del Señor! Pero el Hombre se detiene, porque él no sabe, porque la Humanidad no sabe todavía lo que se siente cuando le pase lo que acabo de explicar, y visitaréis también las casas de vuestros amigos o vuestros pocos amigos, visitaréis también aquellos lugares, aquellos oratorios de distintas religiones, a ver si encontráis consuelo y buscaréis consuelo por todas partes, viendo lo que lleváis en vuestra alforja pesada y llena; y que tenéis que entregarlo todo, es decir las faltas que lleváis acuestas y que tenéis que entregar cuentas de cada falta, de cada error, errores que vienen de la ignorancia, ignorancia que viene de la inconsciencia, inconsciencia que está enraizada en el Materialismo, ¡Materialismo lejano del espíritu, cesa ya, Hombre, Creaturas de la Tierra! ¡Ten piedad de ti misma oh Humanidad! Y he aquí, que al visitar los Templos donde queréis que se hagan oraciones por Vosotros, escucharéis murmullos que rezan, pero no rezan por amor a ti, rezan para otros, o rezan para ti, pero sin amor, porque tú no diste amor, hacen ruido en el rezo, pero no dan amor. Y queréis buscar las bendiciones que dejaron para ti, y verás tu sepulcro sólo porque irás también a visitar tu tumba, a ver quién se acuerda de ti, pero no hay quien se acuerde y los pocos que hay, no se acuerdan con amor de ti, se acuerdan con resentimiento, se acuerdan con rencor, y los pocos que te aman, son muy pocos en verdad, oh Futuro Visitador de templos y panteones y hogares solitarios, y sombras y vacío, todavía es tiempo de que lleves esta Cátedra a lo más profundo de tu sensibilidad, porque esta Cátedra para que esta Cátedra que te haza recordar que has venido para amar a Dios y sobre todas las cosas y a tu Prójimo como a ti mismo.

Y así aparecerá en ti la humildad, la humildad que no es por riqueza ni por pobreza, es por virtud de ser humilde, son virtudes, entonces comprenderás qué valor tiene la virtud de la humildad, esa humildad que tú no supiste florecer en ti, esa modestia, esa sencillez que necesitas para ir haciendo algo a semejanza espiritual, a semejanza de mi Ser. Yo os dije en la Tierra: APRENDED A MÍ, A SER MANSOS Y HUMILDES DE CORAZÓN, Y HOY OS DIGO: Aprended a amar, pero a amar, no hablando que haces lo que no haces, amando y realizando el Amor, en caridad, no hablando lo que haces de caridad, hazlo sin hablar para que sea caridad; de lo contrario, será vanidad para ti. Cuántos quisieran escuchar a tiempo en su cuerpo, para corregirse; pero tienes materia, y he aquí si alguno de Vosotros ha analizado, espero tina breve contestación; pero de lo mismo, una breve contestación, vue1vo a repetir, pero de lo que he dicho, espero la Palabra de uno de Vosotros, brevemente, espero.

-Habla una Hermana.

Amada mía, escucha bien mi contestación: En el Amor con que mando mi Bendición a ti, en ese mismo Amor, va todo lo que tú me pides, elevado a mi Padre, para que sea concedido todo aquello que sea la Voluntad divina de mi Padre, en esta Bendición con que Yo te bendigo, va la esencia de mi amor, que te fortifica y que va a concederte, de lo que tú pides, tanto como me sea concedido. Yo te recibo y te comprendo tus penas, porque mi Esencia, mora en tu corazón. Yo sé lo que esperas y lo que sufres, pero Yo sé también que no desconfías de mi Amor, que tienes esperanza y amor para Mí. Te doy la fortaleza necesaria Y vuelvo a repetirte, lo que se haya de conceder de acuerdo con tu fe, bendita seas amada, bendita seas tú, bendito sea tu corazón.

Ya Vosotros también os digo: Bienamados, benditos seáis Vosotros, y bendito sea vuestro corazón; porque si esta Cátedra la habéis encontrado, una Cátedra correctiva, habéis encontrado efectivamente lo que Yo he dado; porque tanto os mimé, tanto cariño, tanto amor, tanta dulce palabra os dí, tanta substancia habéis escuchado: que todas ellas os han adormecido y os habéis acostumbrado a eso, pero necesitáis palabras que te hagan surgir a la Realidad, que te sacudan, que te muevan, que te hagan pensar en tu futuro espiritual. Necesitas palabras que te digan en verdad, lo que has perdido y lo que puedes recuperar, siendo y contando desde esta hora y desde este momento, otra Cátedra diferente; aquí en tu Lenguaje, les has llamado santos, a aquellos que hacían según Vosotros: Milagros. Y tú sabes muy bien, que no hay más Santo, que mi Padre, más Santo, que la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque la Santa Vida es Trilógica y Divina, esa sí es santa en toda su santidad, pero aquéllos que son tus Maestros y que son mis Discípulos, aquellos se hicieron buenos y nobles cambiaron la página de su vida, sin esperar años, eran pecadores, pero dijeron No más, hasta aquí fue la materia, y hasta aquí llega el espíritu. Cambiando la página de su vida, se convirtieron, se corrigieron y la Humanidad les llamó Santos, pero fueron tan pecadores como Vosotros, y aún más, porque muchos de ellos quitaron la vida a sus Semejantes en las guerras, supieron de la Inquisición, y sin embargo ellos dijeron: “Hasta aquí el animal; hasta aquí el Hombre carnal, hasta aquí la vida bestial”. Ahora bien, la vida espiritual, que es la vida eterna, la futura, la vida verdadera. ¿Por qué no haces eso? Cambia la página de tu vida y desde hoy, no mientas más; ama, perdona, olvida los errores y sé desde hoy, más espíritu que carne, y cada vez, más espíritu, como lo fueron ellos, recuerda que en la Cruz, había dos hombres, cerca de Mí, y aquellos dos hombres no eran santos, recuerda que eran dos, como tú les llamas: Ladrones. Así le llamas tú, sin embargo a Dimas los hombres le llaman santo y lo han santificado; eso los hombres; pero las cuentas del Padre, las ha pagado con su arrepentimiento, porque se corrigió, y está en la Luz; y te puedo citar miles de corregidos y arrepentidos. ¿Por qué no haces tú lo mismo? Cambia la página de tu vida, porque así aprovechará tu Alma, cambia, Amado mío. Yo te espero en lo elevado, en la Luz de la Verdad, en la nobleza, en lo grande; elévate Alma, ven Conmigo, amar a Dios sobre todas las cosas, y se acabarán los crímenes y habrá paz en el Mundo; amando a Dios sobre todas las cosas, como a ti mismo, y a tu prójimo como a ti mismo.

EL LIBRO MAYOR
Lic. Roberto Garza Amaya
Recopilación de cátedras del Maestro
Facultad: María Amparo
Compilador: Miguel

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