-
EN VERDAD OS DIGO, QUE HAY MÁS AMOR EN LOS PECADORES ARREPENTIDOS, QUE EN AQUELLOS QUE SE HAN TENIDO SIEMPRE POR BUENOS. Así, yo seguiré hablando y los pecadores se seguirán arrepintiendo de sus faltas y aumentando el número de los convertidos. El corazón del pecador es más sensible al toque de amor de mi palabra y es que hay muchos hombres que han pecado porque en su vida les ha faltado amor. Ellos, cuando han escuchado mi voz de Padre, llamándoles, curándoles sus heridas, comprendiéndolos como nadie en la tierra los ha comprendido, pronto han sentido el divino toque en las fibras más sensibles y han experimentado la perseverancia de su maestro ante ellos.
-
Así van por el mundo muchos hombres que buscan una frase o una luz redentora, un consuelo para su pena. Buscan a alguien que los disculpe, que no les señale sus faltas, que les hable de una vida mejor, mas no lo encuentran en el mundo y entonces se encierran en sí mismos, se vuelven herméticos y a nadie le vuelven a confiar sus secretos. A NADIE HABLARÉIS CON SEVERIDAD, PORQUE NO ES ASÍ COMO SE REDIME. APRENDERÉIS QUE EL PECADO NO SE LE INJURIA PARA CASTIGAR SU FALTA. Yo os digo que si a las fieras se les habla con amor, ellas humillaran su cabeza. Si aquel a quien habláis, tuviese algunos meritos, decídselo; si en él encontráis alguna virtud entre muchos defectos, no le habléis de los defectos, sino de la virtud para estimularlo e impulsarlo hacia el bien.
-
Que sea el amor el que os guíe, porque vosotros, los que no habéis robado a un abismo, siempre estáis culpando, estáis juzgando con ligereza, condenáis son la menor piedad a vuestros semejantes y ésa no es mi doctrina. SI ANTES DE JUZGAR, HICIESEIS UN ESTUDIO DE VOSOTROS MISMOS Y DE VUESTROS DEFECTOS, OS ASEGURO QUE VUESTRO JUICIO SERÍA MÁS PIADOSO.
-
CONSIDERÁIS MALOS A LOS QUE ESTÁN EN LAS CÁRCELES Y TENÉIS POR DESDICHADOS A QUIENES SE ENCUENTRAN EN LOS HOSPITALES. Os apartáis de ellos, sin daros cuenta de que son dignos de entrar al reino de mi amor; no queréis pensar que también ellos tienen derecho a recibir los rayos del sol, que fue hecho para dar vida y calor a todas las criaturas, sin excepción alguna.
-
¡CUÁNTOS GRANDES PECADORES CONVERTIDOS LLEGARON A ALCANZAR EL GRADO QUE VOSOTROS LLAMÁIS DE SANTIDAD! Aquéllos no eran en su origen mejores que vosotros; pero ese grado de perfección no lo habéis alcanzado aún. No es imposible la transformación del pecador. Recordad a algunos nombres de la segunda era: Magdalena, Pablo, Agustín, Francisco de Asís. ¿Por qué sólo habéis de recordar a los del primer tiempo? Éstos que os menciono, supieron del pecado y hasta del cieno de las pasiones y en cambio, ahora brillan con luminarias en el cielo.
-
COMENZAD A CAMBIAR HACIA MÍ, PECADORES, NO TEMÁIS QUE AL LLEGAR ANTE MÍ PRESENCIA MI VOZ OS JUZGUE DELANTE DE VUESTROS HERMANOS, PORQUE YO NO OS DELATARÉ. Recordad que en Magdalena no hubo temor, quien, llegando hasta mi, de despojó de su pesada carga de pecados, sin importarle quiénes la miraban, la escuchaban o la juzgaban. Estaba tranquila, porque sabía que no era ya una mujer manchada por el pecado, sino una pecadora purificada por el arrepentimiento.
-
A ELLA IMITAD EN SU ARREPENTIMIENTO Y EN SU AMOR. En verdad os digo, que a este mundo fraticida y egoísta lo sujetaré a juicio y lo acrisolaré hasta ver que el amor y la luz broten de él y estos que hoy llevan a sus pueblos al abismo, estos que ahora siembran y propagan todos los vicios, estos que han creado su reinado de injusticias, serán a quienes daré por restitución combatir las tentaciones, destruir la perversidad y cortar de raíz el árbol del mal.
-
A NADIE EXTRAÑE QUE HAYA VENIDO A BUSCAR ENTRE LA ESCORIA A MIS NUEVOS DISCÍPULOS, REGENERÁNDOLOS CON MI PALABRA PARA ENVIARLES DESPUÉS A LA HUMANIDAD CON UN MENSAJE DE REGENERACIÓN, DE VIDA Y DE LUZ PARA SUS HERMANOS. Lo que me confesáis, sólo yo lo sé. Más este confidente que tenéis en mi nunca publicará vuestras faltas, ni mucho menos os delatará. Os estoy enseñando nuevamente a perdonar. YO SOY EL DIVINO JUEZ, QUE NO APLICA JAMÁS UNA SENTENCIA MAYOR A LA FALTA.
-
En el silencio de las celdas, de los presidios se dejará escuchar mi voz, diciendo a aquellos hombres y a aquellas mujeres sin esperanza; aquí estoy con vosotros, ¿Acaso creíais estar abandonados de mí? NO, PEQUEÑOS, NO VENGO A PREGUNTAROS SI SOIS HOMICIDAS O SI HABÉIS HURTADO, VENGO A REDIMIR CON MI AMOR AL QUE HA PECADO, VENGO A FORTALECER AL QUE HA CAÍDO Y A SALVAR AL INOCENTE QUE HA SIDO VÍCTIMA DE UNA CALUMNIA, DE UNA INJUSTICIA O DE UN ERROR.
-
ESOS SERES RECLUIDOS EN LUGARES DE EXPIACIÓN, MUCHOS SON ESPEJOS EN LOS QUE LA HUMANIDAD NO SE QUIERE MIRAR, PORQUE SABE QUE LA IMAGEN QUE AQUEL ESPEJO LES DEVUELVA, SERÁ EN MUCHAS OCASIONES LA DE LA ACUSACIÓN. Hoy veréis espiritualmente descender el maná celestial; veréis manar agua de arrepentimiento de las rocas que son los corazones de los grandes pecadores. Veréis muertos a la fe y a la virtud resucitar a la vida; enfermos de lacras morales que se limpian y ciegos a la verdad que abren sus ojos para contemplar mi esplendor.
-
VENGO EN AYUDA DE LOS QUE EQUIVOCADO EL CAMINO Y NO LOS SENTENCIO, PORQUE AÚN PUEDEN ARREPENTIRSE Y EVITAR NUEVAS CAÍDAS. YO CONSUELO AL QUE SE ARREPIENTE SINCERAMENTE, PERDONO SUS FALTAS Y LE AYUDO A RESTITUIR EL MAL CAUSADO. ¿Más cómo podríais arrepentiros verdaderamente, si no conocíais la magnitud de vuestras faltas?
-
HE TENIDO QUE VENIR A LA HUMANIDAD PARA HACERLE COMPRENDER LO QUE SIGNIFICA ARREBATAR LA VIDA DE UN SEMEJANTE, DESTRUIR LA FE, TRAICIONAR UN CORAZÓN, PROFANAR LA INOCENCIA, CAUSAR UNA DESHONRA, DESPOJAR A ALGUIEN DE LO QUE ES SUYO, MENTIR, HUMILLAR Y TANTAS IMPERFECCIONES QUE PASABAN INADVERTIDAS, PORQUE OS HABÍAIS FAMILIARIZADO CON TODO ELLO.
-
¿Vosotros podríais en un instante de violencia, tomar el arma homicida para dar muerte a vuestro hermano? No, ninguno de vosotros se siente capaz de ello, aun cuando yo le probase grandemente, ¿Por qué? PORQUE SABÉIS QUE CADA CRIATURA TIENE MARCADO EN SU DESTINO SU CUMPLIMIENTO Y SU HORA DE VOLVER A MÍ. Recordáis la restitución que os aguarda si os mancháis con la sangre hermana y ese temor a mi justicia, os hace respetar la vida de vuestro semejante, y quisierais que todos sintieran el mismo respeto.
Bibliografía:
Temas del Tercer Testamento, Ediciones: El nuevo mensaje
Contactos: temas_2001@yahoo.com, patypalencia@yahoo.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario