QUE LA PAZ SEA ENTRE MIS HERMANOS
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10/4/12
ESPIRITUALISMO EN MÉXICO
ESPIRITUALISMO
Doctrina religiosa fundada en la segunda mitad del siglo
XIX en la ciudad de México, que privilegia la comunicación espiritual entre los
hombres y la divinidad, además de la curación de enfermedades como fundamento de
su proselitismo.
En algunas corrientes de esta doctrina, la curación se
ejerce mediante la posesión espiritual del terapeuta -o médium en este caso-
por los espíritus de médicos de épocas anteriores. El espiritualismo concibe a
la enfermedad como producto del quebrantamiento de algún precepto moral, o bien
como la posesión del paciente por algún espíritu maléfico.
La iglesia original, llamada Iglesia Mexicana Patriarcal
de Elias (IMPE), fue fundada en la ciudad de México en 1866 por el seminarista
Roque Rojas. Este personaje sintetiza dos tradiciones que de alguna manera
están plasmadas en los fundamentos del espiritualismo: la indígena y la judaica
española. Según los documentos del archivo de la IMPE , Roque Rojas desciende,
por el lado materno, del sacerdote otomí Xólotl, quien oficiaba en el Templo
del Sol durante la
Conquista Española. A Xólotl se le reveló que de su estirpe
nacería el Verdadero Hijo del Sol, cuya misión en la Tierra sería salvar a los
indios oprimidos. Tal profecía quedó grabada, por puño de Xólotl, en un
documento conocido como el Códice Xilitla (1). Por el lado paterno,
Roque Rojas desciende de los condes de Machuca, familia española que estrechó
lazos de sangre con la familia de un rabino judío llamado Abraham. Según cuenta
la historia, un hijo del conde de Machuca se casó clandestinamente con una hija
de Abraham. Al enterarse de tal suceso, el rabino dijo:
Yo sé que de nuestra raza y familia ha de venir un Mesías
que nos ha de salvar, pero han faltado a nuestras leyes y la maldición hebrea
caerá en los condes de Machuca, hasta que venga ese Mesías... (1:38).
De acuerdo con este mandato, la IMPE sostiene que Roque Rojas
es el nuevo Mesías y rompe con la
Iglesia católica y el cristianismo.
Esta corriente religiosa divide la historia de la
humanidad en tres tiempos: el primero, o era mosaica, en la que Moisés era
portador de la palabra divina; el segundo donde Jesucristo llega a la Tierra para redimir a la
humanidad; el tercero que se inicia en 1866 y marca la llegada del nuevo Mesías
a la Tierra
para acabar con la idolatría, el fanatismo y el materialismo. Este último
periodo durará dos mil años durante los cuales el Creador se comunicará
directamente con los hombres a través del entendimiento. Al fundar la IMPE , Roque Rojas asentó la
ley del nuevo culto en veintidós preceptos y en su autobiografía, llamada El
Último Testamento. Su Iglesia la estructuró en siete subiglesias
-representativas de los siete sellos del Apocalipsis, o grados de desarrollo
espiritual- y una jefatura principal comandada por un jefe supremo llamado el
Gran Hijo del Sol. El sacerdocio original se componía de doce hombres y doce
mujeres, seleccionados por el mismo Roque Rojas. Su doctrina postulaba que el
pueblo de México, descendiente de las doce tribus de Israel, era el pueblo
elegido por Dios para iniciar la tercera era de la humanidad.
En la actualidad, el espiritualismo se compone de cuatro
corrientes fundamentales: el eliasismo patriarcalista, el evangelismo Elias, el
roquismo y el espiritualismo trinitario mariano (1 y 2). Las escisiones que
produjeron estas cuatro corrientes se remontan a dos aspectos de la doctrina
original, a saber: la ruptura con el cristianismo al proclamar un nuevo
mesianismo, y las técnicas curativas utilizadas por el sacerdocio. Es así que
los veintidós preceptos hacen explícita la prohibición de ciertos
procedimientos terapéuticos, retomados posteriormente por algunas corrientes
disidentes de la doctrina original. En lo particular, el precepto decimonoveno
dice así:
No deberás creer ni enseñar a ninguna persona, fábulas,
por vía de consejas, de historias o cuentos vanos y superfluos; porque todo
esto es desagradable y abominable ante Dios; las cosas que se te señalan
ampliamente, y en las cuales no deberás de aceptar ni creer en ellas por ningún
concepto, son las que de la manera siguiente se expresan: diablos, brujas,
duendes, espíritus malignos, apariciones de imágenes, que de realidad y de
hecho no hayan sido verdad, y sólo aceptarás en esta salvedad las apariciones
reales; no deberás creer también en falsos castigos, transformaciones de
gentes, todo lo vano y superfluo; te queda prohibida toda práctica mágica y
también no deberás creer en amuletos, talismanes, sortilegios y limpias de
fuego o de las que sean. Y en este precepto tienes todas las prohibiciones de
las cosas falsas que no deberás creer en ellas como son: nahuales, hechiceros,
cartomancianos, adivinos, ni en gentes que tengan espíritus de pitón, por ser
esto abominable y nefasto ante tu Dios y Señor; también no creerás en los innumerables
santos inventados de las religiones, y en todos aquellos milagros que no sean
ciertos y verídicos (1:82).
El eliasismo patriarcalista sigue las normas
fundamentales de la IMPE ,
e incluso se identifica con el mismo nombre. Después de la muerte de Roque
Rojas, la sede de la IMPE
pasa a la Iglesia
del Séptimo Sello, presidida por la sacerdotisa Fernanda Trejo Jácome. A partir
de 1906, la IMPE
sufre una reestructuración, llamada la reforma asuncionista, hecha por la
sacerdotisa Asunción Lopezcano Valverde, quien sucediera en el cargo a Fernanda
Trejo. En la actualidad, la IMPE
tiene su sede en el pueblo de Ocotito, Guerrero. Esta corriente desconoce la
comunicación con las almas muertas y las figuras divinas de Dios y de la Virgen María. Las
prácticas curativas más importantes, especificadas por la reforma asuncionista,
se resumen en las siguientes ceremonias: 1) desplasmes
con la vara de justicia, 2) curación
con el arca sagrada, 3) inmunizaciones
con la cruz eliasista y 4) revibraciones
con las radiaciones astrales.
A la muerte de Roque Rojas, su esposa, Guadalupe Arias
Malenco, sacerdotisa original de la
IMPE , funda en San José Ocotillo, Hidalgo, la Iglesia Israelita
Regenerada. Dicha corriente regresa a prácticas católicas y desconoce los
veintidós preceptos de la IMPE ;
su influencia se extiende a Pachuca, Hidalgo. A la muerte de Guadalupe, su
nieto, Delfino Ortiz Rojas, cambia el nombre de la iglesia a Iglesia
Espiritualista Evangélica, de allí que se reconozca esta escisión con el nombre
de Evangelismo Elias. Si bien esta corriente constituye un retorno al
cristianismo, las técnicas curativas que preconiza se basan en la posesión
espiritual (1 y 2).
Damiana Oviedo, sacerdotisa original de la IMPE , y quien impulsara con
mayor fuerza como técnica curativa el uso de la posesión espiritual o la
capacidad de trasmitir vía mediums, fundó en la ciudad de México los templos
Basílica del Espíritu Santo, Casa Espiritual de Elías y Sexto Sello. Después de
la muerte de Damiana, en 1922, la Casa Espiritual de Elías se bifurcó en dos
templos: uno en Atotonilco y el otro en la calle Luna de la colonia Guerrero.
Este último recibió en 1924 el nombre de Templo del Medio Día, y es allí donde
surgen los Espiritualistas Trinitarios Marianos, la más difundida de todas las escuelas
espiritualistas y con influencia en toda la república e, inclusive, en Estados
Unidos. Las escisiones del Espiritualismo Trinitario Mariano las constituyen
los siguientes templos: Católicos Apostólicos Espirituales, los Hijos de Israel
de la Montaña Sagrada
del Ajusco, Espiritualismo Crístico, Templos Espirituales Luz de Oriente,
Iglesia Universal Espiritualista Trinitaria Mariana, Estrella de Luz de
Conciencia por Pacto Espiritual, los Espiritualistas de la Orden del Silencio (1), y
los Hermanitos de la Luz
del Templo San Simón (3).
Merecen mencionarse los motivos de la última escisión:
los espiritualistas trinitarios marianos, además de usar la posesión espiritual
como técnica terapéutica, recurren a limpias, barridas y herbolaria (3 a 5); esto no sucede con los
Hermanitos de la Luz ,
también llamados espiritualistas alcalinos, quienes se dedican a curaciones
estrictamente espirituales (1 y 2).
La tendencia roquista surge de dos disidencias del
sacerdocio original de la IMPE. Una de ellas la inició Francisco Olloqui
Xicoténcatl, al fundar la
Iglesia Roquista en Ixmiquilpan, Hidalgo. Olloqui Xicoténcatl
rechazó el cristianismo por considerarlo un instrumento de represión contra los
pueblos indígenas, y en su nueva iglesia intentó restaurar el culto a Huitzilopochtli.
Sin embargo, esta corriente reconoce a Roque Rojas como hijo de
Huitzilopochtli. Al morir Francisco, la iglesia toma el nombre de Iglesia
Meronita Roquista, que hoy en día tiene influencia en Monterrey, Nuevo León, y
Cuahutitlán, Estado de México (1 y 2).
Las prácticas curativas de esta
corriente consisten en oraciones a Roque Rojas, así como la aplicación de bálsamo
bendito, que consiste en agua del pozo de Samada en Atizapán de Zaragoza,
Estado de México, y del río Jordán (posibles renombramientos religiosos) que
pasa por los pueblos hidalguenses de San Miguel Regla y Huasca (1). La segunda
escisión roquista la constituyeron los hermanos Manuel y Pablo González
Pruenda, ambos sacerdotes originales de la IMPE , al fundar en Teoloyucan, Estado de México,
una iglesia independiente que llamaron la Iglesia del Sol y sus Siete Sellos Celestes,
proclamando que Roque Rojas era una reencarnación del Dios Quetzalcóatl.
Actualmente la iglesia se llama Quetzalcóatl, Real Orden de la Serpiente Emplumada
y Supremo Sacerdocio de los Mensajeros del Sol, con influencia en la ciudad de
Guadalajara (1 y 2). Aseguran ellos que, al morir, Roque Rojas se llevó consigo
los Siete Sellos para plantarlos en siete astros distintos y, por lo tanto, la
astrología juega un papel importante en sus prácticas curativas (1).
Algunos autores consideran que el espiritualismo es
"una continuación de la medicina tradicional prehispánica, colonial y
contemporánea; y [que) no es ajeno a los esquemas culturales y estructurales
del pueblo [mexicano]1' (3). Sin embargo, hay diferencias claves entre el
espiritualismo y la llamada medicina tradicional practicada por terapeutas no
espiritualistas. La ruptura con el catolicismo constituye una innovación
radical por parte del espiritualismo, la cual no es compartida por otras
tradiciones médicas populares. Otra diferencia importante se encuentra en la
conceptualización de la enfermedad. La estructura que subyace a la causalidad
de la enfermedad en el discurso de los curanderos,
se resume en la díada posesión-sustracción: posesión por un mal aire, una
corriente de frío o de calor, una emanación dañina proveniente de otra persona;
sustracción mediante el robo o pérdida de alguna entidad anímica, generalmente
ocasionada por la acción de un ser mágico relacionado con el inframundo. Esta
díada no es perceptible en el discurso espiritualista: la enfermedad es causada
por la posesión de algún espíritu dañino, no por la sustracción del alma del
enfermo. Además, algunas corrientes espiritualistas de Hidalgo -a diferencia de
los espiritualistas trinitarios marianos- (5) no admiten que un ser humano
pueda causar enfermedad a otro, desechando así creencias como el mal
de ojo o la brujería (6).
De hecho, el padecimiento infantil conocido como mal de ojo, es interpretado
por los espiritualistas como la intrusión en el cuerpo del niño, de un espíritu
reencarnado que en su vida anterior vivió de mala manera (6). Por último, el
precepto decimonoveno de la doctrina original de Roque Rojas desconoce la
existencia de naguales y de otras entidades mágicas comunes en el discurso
médico de curanderos no espiritualistas.
Otra diferencia fundamental entre el espiritualismo y
algunas prácticas médicas populares, estriba en la clase social de sus
prosélitos. Evidentemente, la medicina popular no se circunscribe a una clase
determinada de la sociedad mexicana; sin embargo, el origen clasista de las
diversas tradiciones marca diferencias entre ellas. En la composición del
sacerdocio original de la IMPE ,
aparece una notable influencia pequeño burguesa urbana: de los doce sacerdotes
iniciales, tres eran mineros, tres labriegos, dos empresarios, uno era
impresor, uno bachiller y uno secretario de un juzgado (resulta interesante que
la corriente denominada roquista, la más dispuesta a renunciar al cristianismo
y recuperar la tradición indígena, haya surgido de los tres labriegos del
sacerdocio original) (1). En contraste, una de las tendencias más notables de
la medicina popular no espiritualista, aquella que profesa creer en los
naguales, la brujería y demás elementos rechazados en los veintidós preceptos
de Roque Rojas, es decir, la medicina indígena, tiene su origen en sociedades
campesinas prehispánicas, y su continuación en el campesinado patriarcal cuya
descomposición es un proceso constante desde la Colonia hasta la fecha,
motivo por el cual tales prácticas también aparecen en el medio urbano. Estas
diferencias de origen son claras también en el discurso de las diversas
tradiciones: el espiritualismo tiene como fundamento una filosofía nacionalista
milenarista, lo cual no es tan patente en la medicina indígena no
espiritualista; esta última más bien maneja un discurso de identidad étnica.
Finalmente, es menester señalar una posible fuente de
confusión entre el espiritualismo y el espiritismo. Si bien ambos cultos
presentan características comunes -como es la posesión espiritual de quienes
ofician las reuniones-, los espiritualistas hacen explícito su distanciamiento
de los espiritistas. Los primeros tienen su origen en la iglesia de Roque
Rojas, los segundos son discípulos del francés Allan Kardec, quien no pretendía
la creación de una nueva religión (1 y 2) (7). Los espiritistas se comunican
con los espíritus de personajes que no necesariamente eran terapeutas, como
Francisco Madero y Pancho Villa, hechos que constituyen un anatema para los
espiritualistas. Estos últimos dirigen su comunicación a espíritus de quienes
en vida fueron médicos; además, la invocación de espíritus violentos es
contraria a la práctica espiritualista (7). Posiblemente, el nexo entre ambos
cultos se remonta a Damiana Oviedo, que tuvo contacto con espiritistas, a pesar
de ser sacerdotisa de la IMPE
(1).
FUENTE:
Diccionario
Enciclopédico de la
Medicina Tradicional Mexicana //
Etiquetas:
ESPIRITUALISMO
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