QUE LA PAZ SEA ENTRE MIS HERMANOS

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Cátedras (mensajes de las divinidades):
Mensajes recibidor a través del entendimiento humano, transmitidos por seres de mayor evolución así como de las divinidades. Estos mensajes son recibidos por mentes preparadas que establecen la comunicación con el mundo espiritual y divino de la creación. (Estos textos son entregados a partir de 1987 a la fecha).

Textos originales (mensajes de las divinidades):
El contenido de estos textos son: digitalización de textos originales, audios, imágenes y libros espirituales de 1866-1950 de otras congregaciones espiritualistas (al final se menciona autor y/o fuente)

Textos personales (James Gullo):
Publicación de apuntes personales producto de investigación, análisis, reflexión, inspiración, meditación y canalización.

Investigación:
Información complementaria para el sitio de diversos temas, en versión original. (Al final se menciona autor y/o fuente)

RECUERDA:
ESPIRITUALIDAD = AUTOCOMPRENSIÓN + AUTODEPURACIÓN + AUTOCONTROL + AUTOTRANSFORMACIÓN + AUTOEVOLUCIÓN

6/10/10

NATURALEZA, PROPOSITO Y DESTINO DEL ALMA HUMANA EN LA ESPIRITUALIDAD

CAPITULO CUARTO (4/19)

La Irradiación del pensamiento crístico, es entre Vosotros, he aquí una vez más el Amor crístico derramándose abundantemente para llenar vuestro corazón de amor, y para llenar vuestro entendimiento, de luz. He aquí el verbo manifestando su amor a través del pensamiento, porque omnipresente es la potencia del pensamiento; omnisciente es el Cristo, el Espíritu es omnisciente. Una vez más la palabra alentadora, esa Palabra que se busca porque satisface, porque se hace oír para que los oyentes olviden la prisa y el ruido del mundo con el que viven, y no perciben toda la delicadeza de las ondas vibratorias de mi mente amorosa que vibra para vosotros; y como en la mayor parte de Vosotros, me deja el hombre para después, porque quiere aprovechar la juventud, porque desde esa edad su alma está tocada por mi amor y por mi luz, y voy apartando a los que son míos, para atenderlos a mi derecha, porque aun no me dan lo mejor de su vida: La juventud, que es la mejor dádiva que se puede hacer de Cristo.

Entonces, mi Palabra luminosa está contigo para darte la nueva enseñanza, para decirte algo en lo que ganes, que tenga una alegría de triunfar, de amar, ganas conocimiento, ganas emoción espiritual, porque cuando la enseñanza cambia, hay más atención, y entonces el conocimiento que claro que está, viene en mayor abundancia al que profundamente trata de analizar, de sentir y de pensar lo que oye no lo deja al oído, lo lleva hasta el corazón; lo lleva a la sensibilidad y a la memoria del alma , para no olvidar, eso quiero que tú hagas en esta noche, que lleves a la memoria de tu alma, esta Cátedra, que a tu alma le servirá desde ahora.

Ahora Auditorio amado tu sabes que la pobreza, es de la carne, la pobreza de los sentidos, porque aquí en la carne, la pobreza de los sentidos, porque aquí en la carne, en donde vosotros vivís, es a donde habéis perdido la vista y el oído espirituales, porque no podéis ver más que aquellos que tienen el don de ver, y ven muy pocos y ven poco, todo limitado y aquellos que tienen el don de oír, y también oyen en el alma, y en los otros cuerpos ya superiores a la materia, tenéis vuestros sentidos completos, porque tenéis más sentidos que los que contáis en la materia. Y el espíritu ve y ve, ve profundo, oye y escucha profundo, y con el don de la ubicuidad de él, del espíritu; tiene grandes alcances que en la materia.

La mayor parte de la humanidad ha perdido este don, y solo ve con sus ojos materiales.

¡Pero qué poco ve! Sólo aquello que es tangible, sólo aquello que se toca y que en las sombras podéis ver. Solo podéis ver bultos ----Fíjate bien---- Masas embarazosas de materia y más materia.

Muy nublado está en tu mundo y no se pueden ver las claridades maravillosas del espíritu, el espíritu sí es maravilloso en todos los sentidos imaginables. Entonces, tú sabes que la oración hecha con fe; tú sabes que la oración hecha con amor, sintiéndote tú lleno de amor para el Padre, para el Espíritu Santo y para mí y lleno de fe al estar orando, pide que algo de tus ojos espirituales, algo de tus oídos espirituales, que se reflejen en tus oídos y ojos humanos y que tengáis siquiera reflejos de ello, que aparezca ya algo de lo mucho espiritual que no ha aparecido hasta ahora, para que en esa forma vayáis viendo, vayas viendo en verdad, y te servirá ver y oír para irte preparando, viendo que el espacio conduce a un vacío.

Todo está lleno de diversidad de la vida, todo en plenitud de manifestaciones incontables para el hombre; entonces puedes oír, sí, oír con algo de sentido auditivo. Los ayes de dolor que te servirán a ti de escarmiento y de arrepentimiento para que empieces a hacer mucho por ti, porque no estás haciendo nada, y lo que están haciendo, hacen muy poco por su Ser.

No me dejas más que muy poco tiempo, para que tu ser se manifieste, entonces escucharás los lamentos diciendo: “Una encarnación más y no hice nada” ¡ay de mi! Volveré a nacer de nuevo en la tierra y a sufrir otra encarnación más, ay de mi”. Ayes de dolor desgarradores, porque aquellos que desencarnan después de lo que llaman: muchos años, que para el espacio, poco es, para lo espiritual es poco tu tiempo, porque el tiempo no existe; pero en vosotros existe, y contáis los años que habéis vivido y sufrís intensamente porque decís: “Llené mi vida humana, de cosas humanas, llené de dificultades a mi ser, porque lo encadené y no lo dejé hacer en mí, lo que tenía por destino que venir a verificar en la tierra.

No cumplí mi destino en el cuerpo, a pesar de que para eso me fue dado el cuerpo; me fue prestado para cumplir el destino espiritual que todo Hijo de Dios, tiene que cumplir “. Es que la ley de evolución, es el cumplimiento de un gran destino; desde el desenvolvimiento del que principia, hasta Aquel que llega a ser ascendido por sus méritos. Todo es encarnar y volver a reencarnar, tantas veces como tus cuentas de tristeza lo exijan.

Vosotros que podéis oír la Enseñanza pedid al Padre en oración, que os devuelva un poco del oído para que mejor aprendáis de otros, cómo se quejan: “No hice caridad, qué voy a dar a mi vida espiritual en mi favor, si no perdoné a mis enemigos, no cumplí con las Leyes de Cristo, ay de mí”.

Ayes desgarradores, remordimientos de conciencia. Su símbolo de esto, es el fuego, porque se habla de un Infierno con fuego, y ese está en el remordimiento terrible de él, que no se perdona a sí mismo; porque el pecador, es una palabra: el que falta a la ley, y es el primero que no está conforme con la que ha hecho, y siente horror y siente asco por su bajo “yo”, por lo que hizo en su vida carnal. Y dice: “¡Misericordia! Quiero volver a encarnar, para hacer lo que no hice. Quiero por caridad, quiero volver a encarnar para cumplir con la Ley de Dios. Quiero encarnar en un cuerpo donde yo pague en cuerpo que no vea, en un cuerpo que no oiga, en un cuerpo que no camine, en un cuerpo que tenga toda clase de prohibiciones para el uso de la libertad. Quiero encarnar en un demente, pero quiero encarnar para empezar a pagar algo de lo que tengo que pagar”.

Sabéis Vosotros que tenéis que rodear al Mundo, en las diferentes reencarnaciones que la ley de evolución ordena, es decir. Impone. Tenéis que reencarnar tantas veces como sea necesario, hasta que vosotros seáis ya cercanos a la angelitud; que estéis limpios de la mente, capacitados para amar, para perdonar, y sobre todas las cosas que ya tengáis la dicha de ver y de oír porque todo aquel que en verdad se espiritualiza, se le van devolviendo sus sentidos espirituales, y los va teniendo otra vez, como los tenía antes de que tuviera carne; cuando hablaba con las otras almas, que almas con almas se veían unas a otras; y en esa forma vosotros pediréis en oración, porque si os devuelve mi Padre Celestial, si mi Padre me permite que yo devuelva el sentido del oído espiritual o vuestra visita espiritual, un poco, un poco de reflejo de lo que es del espíritu a la materia, seréis entonces vosotros redimidos por lo que veis y por lo que oís; será tal vuestra impresión de los dolores, del sufrimiento que estáis palpando, al ver a aquellos heridos, cómo dejaron el cuerpo, aquellos que se quitaron la vida, solos, en qué forma de tortura se encuentran; al ver a aquellas creaturas nonatas, es decir, que no nacieron en la materia, y que siguen esperando nuevo plazo para volver otra vez a tocar, a ver qué mujer quiere ser atraída por la maternidad.

¡Dulce amor, el de la maternidad de la madre buena, porque hay madres que si lo merecen, cuando en verdad lo son! La madre da la vida por sus hijos, como yo di mi vida por vosotros. Para que no preguntéis cómo es el amor verdadero, el amor del espíritu que se da, no tiene nombre ni medida; importan aquellos hijos amados, aquellos átomos de la divinidad, aquellos que son parte mía; también parte de Cristo hay en vosotros, mi hálito esta en vosotros, entonces necesitáis lo que sería vuestra propia salvación, esos dos sentidos que aparezcan en la vida humana; si pudieseis ver la belleza de los ascendidos, la belleza de aquellos que son discípulos y vuestros maestros, después de mí, si pudieses ver la blancura de ellos y la blancura luminosa de sus vestiduras, formadas por sus virtudes, por su mente espiritual y por su voluntad espiritual ¡Oh, qué maravilla sería para Vosotros!

Porque quisieseis rápidamente ganar esa manifestación divina, ese ascenso; porque la belleza que empieza en el ángel, sigue adelante siendo cada vez más grande, esa belleza, esa sabiduría de acuerdo con el Ser, de acuerdo con la evolución, de acuerdo con la forma que se cristifica, es la misma que se manifiesta; cristificarse es sentir el bálsamo de amor, que se diluye dulce y tiernamente en cada corazón de sus Creaturas; por eso vosotros, con esos dos sentidos ganarías las alturas por vosotros mismos, porque platicarías con los seres amados, platicarías con los maestros que todavía esos mis discípulos podrían venir a hablar con vosotros, porque cuando llegan a un plano muy superior, ya no buscan comunicación en la tierra, pues hay tantas y tantas sorpresas para vosotros, que solamente el Padre puede comprender a lo Infinito que el formó.

Y Aquellas Luminarias que escaparon, que se fueron de la tierra, recuerdan a este mundo, pero lo recuerdan como lo ven tan pequeño ante los otros mundos, que en verdad no podéis siquiera soñar aproximadamente las verdades de la vida del espíritu.

No hay un mortal, no hay un hombre, no hay una creatura por ahora, que haya visto la belleza en su esplendor, ya no digamos de ni Ser que todavía como Jesús, esta mi manifestación Jesús Cristo; sino mis apóstoles mis enviados los ángeles que tengo regados por el mundo para ayudarte para protegerte, quedaríais absortos al ver sus vestiduras tejidas de luminosidad mental, de la mente superior, del espíritu que sabe y que puede, puede hacerlo porque sabe hacerlo, y sabe hacerlo porque es espíritu, porque es átomo divino. Yo os digo en verdad; Si vosotros pudieseis comprender algo de lo que yo digo en esta noche, seriáis felices, quizás por semanas, quizás para siempre, porque recordaríais que vosotros vais por el camino de las alturas, vais sufriendo, caminando pasos del dolor, de angustia y llanto, mucho llanto, muchas torpezas humanas, pero como cada torpeza trae dolor también muchos dolores que te harán despertar al reconocimiento espiritual en donde tú serás una de esas luces que brillan y se combinan con las luces de las estrellas que también brillan al unísono con la tuya, con tú luz porque tú también eres para mi Padre y para mí, una estrellita espiritual lo más amado.

Que sois Pecadores Yo solo sé, lo sé porque sois mis pequeños Amados, que por seguir experiencias rasgáis vuestras vestiduras espirituales y Yo las vuelvo a construir de nuevo con cátedras nuevas para entregar a vosotros: la luz de la esperanza.

Así os digo en verdad en esta cátedra os hable de la pobreza material, no me refiero al mental, sino a los sentidos, a que estáis escasos de valores espirituales que no habéis hecho presentes todavía para vivir con ellos y con esos valores espirituales. Tú te imaginas por un momento parvulito amado, que intensamente puede ver lejana muy lejana la mirada del alma, hasta donde va, qué alcances puede tener el oído espiritual, el oído del alma, la facultad auditiva del alma, que fácil es cruzar como el viento las distancias para que el alma pueda oír lo del mundo, por eso, porque es ya tocado a lo grande, lo pequeño aquí para la materia, es lo que te empobrece, pero a medida de tu evolución, a medida de tu nobleza, que es lo que yo busco, si eres pecador, por lo menos, sé noble por un momento, si eres desobediente a las leyes, obedece por un momento las leyes para que seas así aquel que el Señor espera en su reino.

¿Qué harías tú abarcando al Mundo con la mirada de tu espíritu? ¡Qué felicidad! Abarcando el sonido de las voces con el poder auditivo de tu alma. Por eso, lo que me pides, todo lo entiendo, todo lo siento en vosotros, y todo lo oigo y todo lo sé y todo lo veo y nada lo ignoro, y sin ignorar nada, te amo porque pienso incansablemente redimirte un día, para que mi palabra siga contigo al pasar los años y tú te hagas día con día y digas: Estoy anciano; ahora si me voy a Dios, ahora que estoy anciano; ya me toca el tiempo del Cristo; pues hasta entonces mi amor te esperará, mira si te amo que espero los años en que tú puedas tener atractivos del mundo; pero yo sé que estoy cuidando tu alma para que sea para mi Padre, para que sea mía, no en millones de milenios, no a tan largo plazo hagas el recorrido, ¡Oh Auditorio Amado! Si los que faltan a la moralidad, si los que faltan a la ley quieren hacerlo mientras puedan, cuando ya no puedas porque el mundo ya no te da nada, cuando ya no puedas ser feliz ni satisfacer nada del mundo en ti, que ya no encuentres satisfacción búscame, mi amor te estará esperando.

¿No ves que van a ser dos mil años que estoy esperando? Y has venido varias veces y has vuelto a caer en tentación; pues mis tres caídas de la cruz, ¿No son lo mismo que tus muchas caídas en las faltas? No es la misma razón, no es el mismo motivo; el hombre cae, la humanidad cae, cierto, pero no porque lo hiere una cruz, ni porque haya perdido mucha sangre y caiga caminando por amor a sus semejantes, para volverse a levantar y para volver a caer por el amor a sus creaturas; porque vosotros sois mis creaturas pequeñas, mis amados pequeños y así manchados, así como os veo, así los amo, porque la esperanza de la redención, yo mismo, soy la luz de tu esperanza.

¿Comprendes esta cátedra profunda? Porque en esta cátedra, el sensible, el que sintiera las verdades que yo he vertido en ellas en verdad lloraría, porque el alma es tocada, porque el espíritu es tocado, y porque el cuerpo flagelado, será defendido por mí mismo; por eso, en estos tiempos en que principia la tragedia, Yo estoy con vosotros por omnipresencia espiritual, para ser de vosotros, el escudo defensor si me invocáis con fe; pedid con vuestros sentidos auditivos y visuales a la hora de la oración, pero pedid con fe, y cuando empiece poco a poco a aparecer esa maravilla, empezaréis a ver qué se puede vivir un poco en los planos astrales, sabiendo como son, antes de que vayáis a ellos; los conocerás si puedes ver y oír, podrás oír también las palabras de mis discípulos, tus maestros, que como vibración presente a través de la distancia, te hablan; te hablan de un crucificado que te ama y que nunca ha dejado de amarte, te hablan de un calvario, te hablarán de una cena y de una traición.

¿Para qué te hablarán de estas cosas? Para conmoverte, porque el propósito espiritual es conmoverte para que me busques, para que me sientas, para que goces con la esperanza de que vayas a ser tú también, luz al transcurso de los tiempos, cuando te hayas purificado, cuando estés arrepentido, cuando seas como el pan bueno, que se deja partir para dar el alimento a sus creaturas; cuando te sientas que la humanidad es amada por ti, como si fueras tus hijos; entonces crecerá tu luz y serás bello en espíritu y pertenecerás entonces al plano de los ángeles de la paz, los ángeles que en muchos hogares invocan para que haya paz; son maravillosos, porque son a mi semejanza, espiritualmente hablando, porque llevan el amor y la dulzura, porque llevan la paz a donde hay guerra.

Háblales a los ángeles de la paz, siéntelos como debes hablarle al ángel de tu guarda cómo vivo yo con ellos, porque tú no sabes para en qué hora, y en qué momento vas a estar en el plano astral; los tiempos cada vez son más cortos para la mayor parte de la humanidad, y tenéis que vivir en la carne, como si fuera el último día de vuestra vida física, para que vuestra conciencia sea ya obrando en vosotros, en la parte carnal del hombre, en la inconsciencia del hombre; que la conciencia ya te despierte y te saque de la inconsciencia, ella es facultad del espíritu, ella es la luz y el conocimiento, es el despertar; por eso, a mayor, conciencia, mayor felicidad, mayor grandeza, mayor luz; el día en que tu conocieras en dónde empieza la belleza del redimido, no perderías más tiempo, buscarías lo espiritual, con tal ansia, que olvidarías todo para buscar primero lo que debe ser primero: Lo espiritual.

Y en esta noche en que tenido para ti, algo de preparación futura, porque viviendo al regreso, pidiéndole al Padre que te facilite volver al camino, que es mi camino, volverás a oír, volverás a ver y atravesarás el mundo con tu mirar y atravesarás al mundo con tu oír. Oye la palabra espiritual, cuando la oigas ya sin medio y sin mediadores, es que el Espíritu ya está conquistando de nuevo su pérdida de ayer, de cuando empezó cuando se le negó precisamente por su caída del libre Albedrío, se le negó todo lo grande porque, ¿Qué hubiera hecho el hombre, si no hubiera perdido esta creatura, el oído y la vista, cómo sería? ¿Sería acaso un Demente? Porque no sabría al mirar, cuáles eran encarnados y cuales desencarnados; no sabría cuáles voces eran de este plano físico, y cuáles del astral, y en esa confusión se perderían sus sentidos; no podría ser así, que el plan divino del amor del Padre permitiera tal extravió; por eso habéis sido limitados, porque la materia os limita, la materia, es la limitación del espíritu; así en verdad, si alguno de vosotros ha sido conmovido, que tome la palabra para hacer un resumen que quiero en brevedad, pero quiero también que suene la voz humana, porque es necesario tener una respuesta ante una cátedra de esta naturaleza espiritual. Yo espero.

Habla un Hermano.

Amado mío; dije antes, que en oración, se pidieran destellos, reflejos, poca cosa solamente, para que el espíritu viniera a la materia, porque lo que es poco en el espíritu, es mucho en la materia; por eso yo no he dicho que se reciba toda la audición, ni toda la visibilidad, no es posible, es como si un niño acabado de nacer, se le llevara frente al disco del sol y se le abrieran los ojos a la fuerza. ¿Qué le pasaría al niño? Cegaría, no soportaría la luz del sol. Así, yo no digo que rápidamente sea el recobrar lo perdido; aun vuestros videntes, lo han sido, pero dentro de una limitación todavía, porque han sido más que vosotros, pero no todo, no han recobrado toda la facultad de ver y de oír; ningún vidente, ellos ven más, tienen un poco de ojo, un poco de oídos. ¿Me entiendes bien? Pero esos videntes no lo pudieron todo de lleno. No hay quien resista que por sus ojos y por sus oídos, se pase toda la potencia de lo que tiene el alma.

Aclarando a vosotros esto, os dejo para que comprendáis, que la medida es para la tierra, y fuera de la medida, están las cosas del Espíritu Bendito seas tú y benditos seáis todos vosotros que habéis venido a recibir. Yo bendigo a vosotros lo que me habéis traído para que reciban mi bendición en esta cátedra de día primero. Yo bendigo todo lo que está presente, para que tengáis en este momento, poco a poco ya, la vibración espiritual que os hace falta para proteger el cuerpo, porque todavía no dejáis que el espíritu lo utilice.

Necesitáis ayuda mientras florece la fe. Yo os bendigo para que tengáis como reliquia, lo que tiene mi fuerza, mi bendición y mi luz. En este día primero preparo para que llevéis, porque en verdad sois muy débiles y no os vais a sostener solos con el vendaval que se acerca, oídos que me oyen y mentes que muy poco me comprenden; escuchad el mensaje del espíritu que os habla para hacer un preparativo para el despertad, oh almas despertad, oh creaturas, en el nombre de él, de mi Padre, en mi nombre y el nombre del Santo Espíritu; yo os dejo paz, amor y bendición con vosotros, mi paz y mi amor os dejo, mi paz y mi amor os doy.

“Señor, yo quisiera hablarte, yo quisiera que me concedieras…

Y yo os contesto: De espíritu a espíritu, recibo y concedo todo aquello en lo que se ponga la fe. Y en esta cátedra esencial, quiero que quede el poder de la esencia, y que no vaya a ocupar tu mente, el ruido del mundo. Quiero que permanezca esta enseñanza así, como un perfume fino, pero un perfume grato, llévala, llévala para tu satisfacción, porque cada palabra mía, es para enseñar algo y para que tú aprendas algo de su contenido, no es mucha palabra, si no mucha esencia; por eso os dejo a todos cubiertos con mi Luz, mi bendición y mi amor.

Mi Paz y mi amor os dejo, mi paz y mi amor os doy.


EL LIBRO MAYOR
Lic. Roberto Garza Amaya
Recopilación de cátedras del Maestro
Facultad: María Amparo
Compilador: Miguel
Digitalizado por: Daniel Scalichi

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