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Oísteis que fue dicho; no cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. (Mateo 5:27-28)
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VED POR DOQUIERA CUÁNTOS HOGARES DESTRUIDOS, CUÁNTAS MUJERES EN EL VICIO Y CUÁNTOS NIÑOS SIN PADRE. ¿Cómo podrán existir en esos corazones, la ternura y el amor? ¿No juzgáis que quien ha dado muerte a la felicidad de esos seres y ha destruido lo sagrado, es un criminal? He hablado al corazón de la mujer, madre y esposa, que no ha sabido conservar la limpidez en el corazón, ni ha sabido dar al compañero y a los hijos, el calor de la ternura y comprensión.
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¿Cómo podrían elevar su vida espiritual hombres y mujeres, si antes no han corregido los grandes errores que existen en su vida humana? Varones formados a mi imagen y semejanza, oídme: No os levantéis mañana hablando de esta doctrina si no lleváis una buena cimiente, si no sabéis lo que es sumisión y hacéis lo contrario de lo que dicta mi ley. Ahora os aconsejo para que mañana no tropecéis en el camino.
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A la mujer que os diere por esposa la cuidaréis, la honraréis y en ella haré fructificar vuestra simiente. No quiero que habléis de verdad y rectitud y vayáis deshojando las rosas, abandonándolas después, PORQUE ESTARÉIS PREPARADOS PARA HABLAR DE SUMISIÓN, DE AMOR Y DE PERDÓN.
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Si encuentro apagado el fuego del hogar, llamaré al esposo y le diré: ¿Por qué no sois dulce y comprensivo? ¿Por qué no encendéis el fuego del amor que es la llama que da vida a vuestra unión? Si le encuentro alejado de sus deberes, le sorprenderé diciéndole: ¿Por qué os habéis apartado del camino y habéis arrojado la cruz? ¿No tuvisteis valor para apurar las últimas gotas de acíbar que quedaban en el cáliz? Retornad al camino en que yo os puse, solo allí me encontraréis para premiar vuestra fe, vuestra obediencia y fortaleza.
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A la esposa le tocaré las fibras más delicadas del corazón y le preguntaré: Mujer ¿Acaso creéis encontrar fuera del sendero de vuestro deber la paz que anheláis? No, os engañéis. El mérito vuestro consistirá en llevar con abnegación y con paciencia, hasta el final, la cruz que yo deposité en vosotros hombros. Haced que vuestro hogar tenga algo de templo, que sea un pequeño reino, un oasis en el desierto árido y hostil de vuestra vida. Velad por la virtud de vuestro hogar, mas no por un exceso de celos vayáis a caer en el egoísmo, porque entonces dejará de asemejarse al universo por su falta de hostilidad, amor y caridad.
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Dejad que vuestro techo sea hospitalario y que vuestra mesa sea fraternal. ¿No recordáis a la mujer adúltera? Cuando fue llevada hasta mí, perseguida y condenada por las turbas, los fariseos esperaban que yo dijera: haced justicia. Para replicar después: ¿Cómo es que predicas el amor y permites que esta pecadora sea castigada? Y si yo hubiese dicho: dejadla en libertad, ellos hubieran respondido; en las leyes de Moisés, que según dices vienes confirmando, hay un precepto que dice: Toda aquella mujer que fuese encontrada en adulterio, morirá apedreada.
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Yo contemplando la intensión de aquellos, no contesté a sus palabras e inclinándome, escribí en el polvo de la tierra los pecados de aquellos que juzgaban. Nuevamente me preguntaron que debían hacer con aquella mujer y yo les respondí: EL QUE SE ENCUENTRE LIBRE DE PECADO, QUE ARROJE LA PRIMERA PIEDRA.
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Entonces ellos reconociendo sus errores, se alejaron cubriéndose su rostro. Ninguno estaba limpio, y sintiéndose mirados por mí hasta el fondo de su corazón, no acusaron más a aquella mujer porque todos habían pecado, más la mujer en compañía de otras que también habían adulterado, se arrepintieron y no volvieron a pecar.
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OS DIGO QUE ES MÁS FÁCIL QUE CONVERTIR A UN PECADOR POR EL AMOR QUE POR EL RIGOR.
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MI ENSEÑANZA FUE ESCRITA EN LA CONCIENCIA Y NO PODRÁ SER BORRADA, PORQUE SU ESENCIA ES INMORTAL COMO EL ESPÍRITU QUE POSEÉIS. Cuando la multitud escandalizada por la falta de la mujer adultera, solo esperaba mi juicio para darle muerte, creyendo que ésa era la única forma de exterminar el pecado y la criatura siga viviendo, por lo tanto no era menester que aquella mujer desapareciera, sino su pecado.
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Mujeres que habéis expiado vuestras faltas, consolaos, porque vuestro mal os será apartado para que os levantéis fuertes en el camino. Habéis imitado a Magdalena, y después de vuestra caída os habéis arrepentido, sed fuertes, sanad de espíritu y cuerpo y sed salvas. Y vosotras, mujeres, que os consideráis de clases superiores y os avergonzáis de acercaros a aquellas que han pecado: ¡Ay de vosotras si os sentís ofendidas por ello, porque no habéis comprendido que espiritualmente todas sois iguales! ¡Cuantas de vosotras no habéis sabido ocultar vuestras caídas!
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El oro y el poder que tanto ambiciona el hombre, no le dará la paz a su espíritu ni consuelo en su lecho de enfermo, solo endurecerán su corazón. Cuantas veces he presentado ante los ojos de los acaudalados cuadros de dolor para probar sus sentimientos y han sido indiferentes a la orfandad, a la miseria y al dolor de sus semejantes, sin comprender que solo los he hecho depositarios de bienes materiales para que los repartan con justicia y caridad. SED CONFORMES CON VUESTRA POSICIÓN, NO SINTÁIS ENVIDIA DE AQUELLOS QUE VIVAN MEJOR QUE VOSOTROS, PENSAD QUE EN LA HUMILDAD OS ACORDÁIS MÁS DE MÍ Y SERVÍS MEJOR.
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Ved bien hacia donde vais, en que forma tomáis la vida y que hacéis de los bienes que pongo a vuestro alcance. ¿De dónde proviene la idolatría y el fanatismo religioso si no de la ignorancia de las leyes que rigen al espíritu? ¿Cuál es la causa de las guerras que siembran la confusión entre los pueblos, destruyendo a sus hombres, si no la codicia desmedida o el odio irrefrenable? El amor al mundo, la codicia por lo terreno, el deseo de la carne, el deleite de todos los bajos deseos, el egoísmo, el amor por sí mismo y el orgullo, fueron la fuerza que creasteis una vida según vuestra inteligencia y vuestra voluntad humana, cuyos frutos os he dejado recoger para que vuestra experiencia llegue a ser absoluta.
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MÁS, SI ESTA ERA QUE TERMINA SE HABRÁ DE SIGNIFICAR EN AL HUMANIDAD POR SU MATERIALISMO, EN VERDAD OS DIGO QUE EL NUEVO TIEMPO HABRÁ DE DISTINGUIRSE POR SU ESPIRITUALIDAD, porque en él serán la conciencia y la voluntad del espíritu quienes construyan en la tierra un mundo de seres elevados por el amor, una vida en la que sienta vibrar el espíritu del Padre en el espíritu de los hijos, porque entonces todos los dones y potencias que hoy viven ocultas en vuestro ser, tendrán el infinito como campo para desarrollarse.
AQUÍ LA VANIDAD HUMANA HA LEVANTADO SUS PALACIOS Y SUS TRONOS; AQUÍ EL HOMBRE SE HA CORONADO REY Y EN SU CEGUERA, CREYÉNDOSE DIOS, SE HA HECHO ADORAR. Yo no he contrariado sus deseos ni le he privado nunca del don del libre albedrío; he querido que por sí mismo descubra la luz de la verdad y conozca la esencia de la vida. No persigáis tanto vuestra comodidad; dejad ese afán de querer asegurar el mañana; dejad vuestra inconformidad. ¿Qué queréis o esperáis de este mundo? Ya habéis tenido glorias, placeres, elogios. Unos habéis tenido mucho; sin embargo, os encuentro a todos desnudos de buenas obras.
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Si vuestro espíritu procede de mi divinidad, si es un hálito del Padre celestial, si es encarnación de un átomo de mi espíritu, si vuestro cuerpo ha sido formado también dentro de mis leyes y os lo confío como instrumento de vuestro espíritu, nada es vuestro, todo lo creado es del Padre y de ello os he hecho poseedores temporalmente.
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RECORDAD QUE VUESTRA VIDA MATERIAL ES TAN SOLO UN PASO EN LA ETERNIDAD, ES UN RAYO DE LUZ EN EL INFINITO Y POR ELLO, DEBÉIS ATENDER LO QUE ES ETERNO, O QUE NUNCA MUERE Y ESO ES EL ESPÍRITU.
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Así enseño para que sepáis desprenderos de lo material en aras de vuestro amor al prójimo; pero antes debéis purificaros, porque es ley que evolucionéis, y si es ley que todo evolucione, no deben maravillaros las profecías que están por cumplirse; lo gobierna una ley perfectísima y que lo hoy acontece a vuestro espíritu no pudo haberle acontecido antes, porque todo se manifiesta a su tiempo, hasta lograr la perfección.
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